Creen, solamente una mejor educación sexual sería el mejor control. Nuestro cardenal dice que ofende a dios el uso de pastillas anticonceptivas.
Pregunto ¿Cuánto dinero del erario se necesitaría para tal campaña si se sabe que la educación pública , en este país, es el rubro menos presupuestado y según estudios extranjeros somos uno de los últimos países en materia educativa.
El curso de religión que se llevó tantos años en los colegios ¿qué provecho ha hecho al país en nosotros, padres de familia, para que tengamos hijos malos con sus padres o tan promiscuos?
¿Es preferible preservar los principios cristianos que, por otro lado, permitirá aumentar las criaturas deambulando por las calles por un mendrugo para subsistir y ante que la iglesia hace poco o nada?
Un dios verdadero, creo, no quisiera ver sus niños hambrientos.
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