domingo, 10 de noviembre de 2013

Nunca me visites

                              
¡No, nunca me visites en la cárcel! ¡Por amor de Dios, nunca!
Ansiosos periódicos por una foto tuya están ahí esperándote
Haciendo cola con mí  merienda bajo el brazo y fotografiarte
Subordinándote  a  bruscas voces e inspecciones de la policía
Saberlo, más dura sería mi pena que la que  me impusieron.
¡No, nunca me visites en la cárcel! ¡Por amor de Dios, nunca!
 Todos los días prometo  llamarte a eso de las seis o de las siete
en que has de llegar de laborar, ahora tú , padre y madre a la vez
Si pequé  recibir dinero a cambio de  favor político es tan solo eso
Hábito antiquísimo, práctica soterrada  por nadie reconocida.

No, nunca me visites en la cárcel! ¡Por amor de Dios, nunca!
Por un plus para dispendio de dinero mal habido no he caído
No, sabes bien en nuestro gastos siempre he sido muy cuidadoso
Error ha sido no refrendar  al fisco dándole   parentesco legal
Sin saber lo grabaron  y usaron el video para malograr mi partido.

¡No, nunca me visites en la cárcel! ¡Por amor de Dios, nunca!
Nos casamos en blanca esperanza y te ofrecí  impoluto porvenir
No se me ocurrió enlodar nuestro matrimonio. Cumpliré mi pena
 Verte quisiera, no hacerlo es  pago por la vergüenza que te causo
Cerca a ti, sin embargo, sobra tiempo ha escribir y amarte desde lejos.
  
(A propósito de un político peruano caído en  las maniobras de Montesinos)


No hay comentarios:

Publicar un comentario