Fernando Ñaupari Buendía
tiene 53 años. Catorce años como
predicador evangélico. Se transformó en mujer a los 18 años. En su DNI
figura como Carmen Claudia Ñaupari Buendía. Ahora quiere volver a ser hombre.
Esta es su Historia:
En 1960 nació en La Oroya. A los 8 años un profesor le violó.
No dijo nada a sus padres. A los doce era ya conocido como Fernandito. Un día
su papá le espió en casa con un corsé. Yo no quiero hijo maricón en mi casa le
dijo y le pegó. Entonces Fernandito decidió ir a Lima a la familia de su mamá
como sirviente.
Donde pronto también se malquistaron con él y Fernandito salió a la calle a buscarse la
vida. Fue mesero en jirón Junín, Barrios
Altos. A los 18 años un cliente cubano le pagó una cirugía a cambio de sexo. Le
cortaron el pene y le inventaron una vagina.
Se fue a vivir a Miraflores por mejores clientes. Viajó a Brasil
para una cirugía completa en las nalgas y en pecho. Volvió al Perú y solicitó cambio de de género en su DNI en la Reniec. Le negaron,
porfió, enjuició y en 1988, por fin, le aceptaron. Entonces nació Carmen Claudia Ñaupari,
el primer transexual aceptado en el Perú.
Viajó a Europa, Milán. Trabajó en París por el bosque de Boulogne buscando clientes. Se aficionó a la cocaína,
entonces, en una de esas depresiones
intentó cortarse la venas con guillete al recordar los maltratos de su padre.
Un francés, en 1993, se enamoró de ella y le presentó a su
familia como mujer. Se casaron en Lima y volvieron a París. A pesar que el le
daba gusto en todo Carmen Claudia volvía
a la prostitución y fracasó su
matrimonio.
En la calle lo golpearon, le dispararon con balines, se
volvió a deprimir y a punto de intentar quitarse
la vida llamó por teléfono a una
prima e informar su intención y ésta
tras una larga conversación le convence que volviera al Perú y que le tendría la puerta abierta el MMM (una iglesia evangélica: Movimiento Misionero
Mundial) y que le ayudarían a intentar
cambiar su vida. Total, al fin y al cabo,
le dijo, si no resultaría, podía intentar lo que quisiera.
En el 2000 Carmen Claudia regresa a París para divorciarse, se cortó la melena, se
puso una faja en los senos se quitó las
nalgas pero no pudo implantarse el pene.
Y volvió al Perú para solicitar a la Reniec volver a su género inicial, cosa
que lucha y aun no le dan.
Ahora dice en sus sermones: Hace 14 años que mi cuerpo no ha
sido tocado… No hay homosexual feliz, todo homosexual termina solo, viejo y arruinado.
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