jueves, 28 de noviembre de 2013

Mudra

 Había un sacerdote chino  que curaba  a un niño en  una casa. En eso llegó un tío y preguntó al hermano,  dueño de la casa,  ¿Quién es?
- Un sacerdote, respondió
-¿Tú crees eso?  ¡bah! espetó ¡Eso es mentira!  Y dirigiéndose  al sacerdote le dijo:
-¿Qué haces engañando a mi hermano?
El sacerdote calló,  observó y luego con las manos le hizo el mudra.
Luego de un momento  al impertinente  le dio escalofrío, le bajo la presión.¿Porqué hablas mal de mi arte? le pregunto el sacerdote. Pero el inoportuno  de dolor  se quejaba. Un hilo de voz decía,  Me muero
El sacerdote solo quería darle una lección Lo revivió pero le advirtió  que no se burlara, otra vez,  de su arte.


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