viernes, 7 de febrero de 2020

POEMARIO LAS PALABRAS


SOBRE MI BLOG

Hago hincapié sobre mi blog para animar hacer al que  tiene curiosidad por escribir ese desplazamiento de olas interior, aunque en mi caso empezó el siglo pasado –primero bloc y ora blog- de todas maneras me sirve como  itinerario a mis alas de esperanza aleteando  el derrotero que persigo hasta llegar al faro que pretenda iluminar diversos campos.

Mayormente son entradas antiguas que he actualizado, ha tenido el proceso siguiente:

Las empecé en cuaderno de 50 páginas, a pulso, sin ningún afán de publicar solo para  eliminar el grito fuerte del alma. Lo primero que descubrí fue que después de cada sesión de escritura me levantaba aliviado para proseguir la lucha diaria de sobrevivencia.
Aún no había computadores personales ni el internet.
Bueno, conforme llenaba los cuadernos los iba atiborrando a una caja corrugada. Por lo general una o dos páginas para cada entrada. Las numeraba, las glosaba.
Cuando se llenaba la caja tenía que hacer dos cosas:

1.Revisar estos cuadernos
2.A la vez ingresar la nueva carga de sueños (Burden of dreams) porque para la inspiración no hay tregua, llegan cuando uno está haciendo otras cosas.
Entonces mi alarido dividía en dos tareas: la noche cuando llegaba de trabajar disponía media hora, o una, para anotar los sucesos del día; y por la madrugada, otra, de tiempo igual, para revisar mis cuadernos. Entonces descubría que revisar es un placer tan grande, o más, que el inspirarse. En revisar ya no hay apuro, ya se retuvo las imágenes, no hay temor se diluyan, al contrario, llegan otras para complementarlas o aderezarlas.  Es más ligera revisar los versos libres –en poesía-, cuando están bien hechos, vuelan solos.

El trabajo (de 1.) consistía en pasar a limpio a otro cuaderno, y el anterior, una vez trasvasada el íntegro lo desaparecía de mi gabinete, lo rompía o lo quemaba porque eso de encontrar, después, tras un tiempo, un cuaderno escrito y preguntarse si está pasado o no, si sirve o no, es de quemarse el cerebro y éste debe estar fresco para nuevos proyectos.

Otra cosa que se aprende es ser ordenado con los trabajos, glosarlo, membretearlo  en la primera página: fecha de inicio, fecha del suceso, fecha del acopio, año, mes; fecha  que culminó primera revisión, fecha de la segunda revisión, y así.

Entonces los nuevos cuadernos volvían a llenar en otra caja y pensaba que ya estaban listos. Pero es que, casi nunca están listos porque uno evoluciona en su pensamiento y en su escribir: lo que se hizo ayer y parecía bien, hoy, necesita un reajuste o una nueva interpretación o reemplazar  varias palabras o frases por una nueva que lo encierra todo.  Tal como este blog lo demuestra, sus inicios, año 2012, es deplorable la sintaxis.

Entonces un día tropecé con la caja corrugada y me pregunté ¿Qué hacer con estos cuadernos? ¿Si me muriera en este instante –mi relación de pareja empezaba a estar mal - mi mujer, no lo quemaría o vendería los cuadernos por kilo al cachinero*? Era posible. Mi oficio de escribir, ella no sabía, y si le decía algo tal vez

Haría gesto de disentimiento  o  se reiría diciendo -y no le faltaría razón:- eso…eso no da dinero.
Es que una cosa es escribir y otra es ser escritor, yo iba y voy en la primera.

Los cuadernos nuevos ahora eran viejos y estos cuadernos -físicos -pasaron a ser contenido de mi computadora: los cuadernos fueron carpetas y las entradas los archivos.

Pero igual, pasó el tiempo y un día me pregunté ¿Qué pasaría si
Los CD se estropean o entran a mi casa a robar en mi ausencia   mi computadora –mis trabajos estaban en Escritorio-? ¡Se llevarían todo mi labor de años!

Entonces comencé a bloguear, almacenarlo virtualmente, no tanto para interactuar sino para conservarlo. Y era versátil esta red, porque a veces salía de casa hacer un trámite  en  el centro, o ver un película en los multicines donde me decían que volviera o la película que había escogido había que espera una hora, entonces buscaba una cabina de internet y empleaba esa hora en progresar mis entradas.

Escogía de todo mi material, cuál se podía bloguear y cual no, porque hay entradas muy personales e íntimas que no se abren fácilmente. Está bien que mi blog sea mi segunda casa pero en ella tenía mi escondite.

Y luego cuando adquirí una impresora Epson  220 me dio la oportunidad de trasvasarlo al papel,  al escrito físico.

¡Cuál fue mi gozo  ver impreso en un díptico que yo mismo editaba, ah, escogía su carátula, el color para ella, la anillaba, me motivaba seguir escribiendo!

Los poemarios que he creado son como pequeños osos que he alimentado desde oseznos y ahora han crecido y quieren devorarme el tiempo en rectificar una y otra vez.

Mi blog consiste en escarbar recuerdos, y no solo se constriñe a la ciudad. Es necesario tocar diferentes ambientes, diferentes tiempos para no fatigarse en los mismos.
O, podría  llamarse mi blog: La verdad de las mentiras, o sea si alguien me preguntara  ¿es cierto lo que escribes? Le diría es mentira  pero en su conjunto hay una verdad incuestionable.
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*que recoge o compra cosas usadas para revenderlo
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autor jrosual

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