martes, 18 de febrero de 2020

Poemario Las Palabras


P15 LA POESÍA

Lo que hago no es poesía, dicen, puede ser. En todo caso es historia mínima donde trato insertar elementos poéticos : cadencia, sílabas intercalando graves agudas, ritmo de las fuertes de las débiles…

Pero si aun así me dicen no tiene garbo, no importa. Trato fácil se digiera, palabras que disparen ideas economizadas. Efectos permeables aquí, y en Afganistán.
Es necesario tocar diferentes ambientes, diferentes tiempos para no fatigarse en los mismos.

Debe venir de los cuantos, de la fracción de luz la que entra por el tragaluz atravesando  tiempos y se posa como una mariposa en mi cerebro y en cada aleteo me da fuerza crear.

Escribir un  poema es un aparato lingüístico fruto del proceso de la poetización. La poesía es un ente abstracto que está en todas partes y que sirve de alimento para todas artes. Poesía es el Todo, y poema es la parte.

Poema es arte, no lo poético. Por lo menos no en la historia de la filosofía del arte.
El poema es el objeto lingüístico formal con contenido poético. La poesía es la forma por medio de la cual este objeto lingüístico genera placer estético.
Ontológicamente podríamos decir que la poesía es la esencia de lo poético. Dicha esencia radica, según Friedrich Hölderlin, en la capacidad que tiene el poeta de ver la esencia misma de las cosas. Fue Unamuno u Ortega y Gasset quien habla de lo poético como la visión adánica del mundo que tiene el poeta, entendido como la capacidad que tiene para decir las cosas como quien las ve por primera vez. Esto último encaja con el concepto aristotélico de metáfora como una forma lingüística generadora de nuevos significados, cargados de expresividad, de novedad. Lo contrario se da con la lexicalización de los términos poéticos, lo que se produce por ejemplo con una metáfora manida, gastada, un lugar común ya carente de novedad o encanto.

Los poemas son como los hijos, uno los crea, crecen y se van por el mundo y el padre no puede decir a quién extraña más.

A veces es necesaria  la línea viuda (línea huérfana), dice mejor que muchas palabras.

Para hacer buena prosa hay que empezar haciendo poesía.
La novela puede incluir la poesía pero no la poesía la novela. Un verso no estorba la prosa. Un ritmo de prosa puede tropezar el verso (Pessoa).
En la poesía el ritmo nos ayuda recordar las palabras.

El novelista porta fríamente su trabajo no tanto como el poeta que  quiere compartir su obra.
El poeta finge no saber lo que conoce de sobra.
Escribir  poesía no está para entenderla sino para sentirla. Música para escuchar y sentir sin pensar mucho.
Es rendir tributo a la brevedad, por ejemplo, al poeta que le pidieron un plazo, responde: eran tres días que me pediste ser generoso/los otro dos estaban de más.
O (pedir disculpa a la amada con sutileza) : disculpa por enviarte una carta tan larga/ que no me ha dado tiempo de hacerla tan corta.

No se debe redundar en algo que está mencionado  sobremanera,  ejemplo: Cómo quisiera poder vivir sin aire / Cómo quisiera poder vivir sin vos. El escritor debe innovar.

En una prosa se puede cambiar el orden y el mensaje es lo mismo, una poesía pierde el efecto que quiso mostrar al cambiar el orden.
Ovidio dijo: nosotros los poetas nos codeamos con los dioses y tenemos dentro  un no sé qué de magia…solo una mujer vulgar sería capaz de pedirnos dinero ¿es que acaso la poesía no es bastante?

autor jrosual / enero 2019

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