miércoles, 26 de febrero de 2020

Poemario Las Palabras


¡ESE ES EL CULPABLE!


Un hecho puntual me pinta de entero
Esos años de cambio a mi carácter
De mataperros que era antes
En que mucho tenía que ver
Mis amigos de la pelota del cerro
que en una pampa desemboca 

Cuando ya eran mayorcitos
Después de cada pichanga
para la cerveza y el cigarro hacían chancha (1)
y en el parlo
algunos hablaban de robar frutas
otros, curtidos, daban clases
cómo arranchar las carteras

Mi padre se dio cuenta de ello
y sus rezongas mayúsculas no hacían mella
si es que no se ponía a llorar
lamentándose un hijo perdido tener
Entonces opté dejar los amigos
Me retraía,
Me volví huraño y algo ermitaño

Cierta vez apoyado al marco de mi puerta
 una voz que me puso en alerta:
-¡Chendo, vamos al campo (1) ! dijo, Ciara
Cruzaba, con Amaia, la vereda de la casa

-No puedo, tengo que hacer, dije -
Ciara y su prima La hermosa
La que recién había llegado al barrio
A quien en mí pensaba darle cobije

Pero me encerraba, mi pena se abría
Tras el cuarterón de la puerta
Empezaba  sisear la guillotina

¡Ay dios - gemía-, ay dios!, dolía
¡ay dios, La hermosa Amaia!
Por quién en dos me partía
Bello Montoncito de amor
me cegaba su feria de luces

Blanca como una italiana
bebible como fresca tisana

Atenta al invite, Amaia,
Sus ojos. pedían, aceptara
Pero yo, inútil,  negaba
Me negaba mi felicidad

Tras el bastidor de la puerta
Cerré los ojos, quedé cogido
la luz reciente de su tránsito
Su blusa blanca traslúcida veía
Un arco ordenaba su brasier,
Pleno, su seno pronunciaba
Par de copas conteniendo  
Bombones sabor a leche sabía        

Mona le quedaba, también,
Su chaqueta grana a coderas

No me había declarado aún
pero ese paseo al campo
era el fin que ella buscaba

Pero yo me estaba velando
mismamente mi proceder
Nublaba mis frescos años

Misterioso, oscuro, onagro
Me creía  Uno en un millón,
Bodoque, tonto, mal visto,
Glosaba : En mí, vivo sin vivir (2)
A mi corazón no doy uso;
                        *
Actitud hoz igual me pasó
con el entrañable Jhonny
También como yo universitario  (3)
Que me pedía hacer la coya (4)
a la fiesta del local comunal
Pero yo excusaba tontamente:

¡No puedo, tengo examen mañana!
Y le mostraba gesto con desgana

¿Por qué  huérfano a compartir?
¿Por qué,  si era joven como ellos?
Ideaba disímil causas ridículas
(Lo que decía papá no era dable)

A hierro cortante el alma hería
tras el plafón de la puerta infería

Se habían ido par de nereidas
Estarían por la pampa del cerro
O, ya habrían llegado a la linea     

(Tren de Atocongo a Santo Cristo
Pandemonium rodante a vapor
Con caja de humo y luz  frontal
Y de la cabina chillaba un silbato)

¿Caminarían paralelo trecho a
las traviesas de la línea férrea?

¿Cruzarían el balasto a la pista,
perímetro al campo deportivo?
Donde, ciertamente, un campo
de fútbol reglamentario –había-
que estaría ocupado por La liga
Pero aparte filos de grass había ,
Tres losas donde se podía jugar
con la pelota que Ciara llevaba

Al bolear  al cielo – imaginaba-
Cómo recibía y servia Amaia
Cómo, grácil manita colocaba
o la golpeaba con la muñeca

Aunque no jugara me pasaría
¡Flirt! toda la tarde viéndola  
                                                                                                               Aun oía la voz de Ciara, la vecina
Con faldita escocesa y botina:
-¡Chendo, voy a llevar mi pelota!
¡Vamos un rato, no te hagas rogar!

Ciara tenía un crío –madre soltera-,
aun así, no afligía y a pasear salía
No como yo,   mi existencia jodía :
-No puedo, tengo que hacer, repetía -

Se iban Ciara y la prima hermosa
A quién soñaba como mi esposa
Me encerraba y mi pena se abría
En mil interrogantes me ardía

Hubiese depositado, de una vez,
mis huesos largos en la sepultura

Transcribiendo mil disculpas
a la  bitácora –dolor de páginas-
resquemor viscoso -gloso toso-
Iniciaba el camino de lágrimas
en cien hojas sin tallo ni savia
Con los números primos (5) vivía    
Cuadernos a entrecejos creaba
que mente y corazón plegaba

Mostraba la risa de un payaso
faz cucaracho que trataba velar
y que no le vieran resquebrajar
como espejo roto con guijarro

Marinaba forma introvertida
De ser, rapacejo paja amarilla

Movía, escribía trazos desabridos
Macramé(6)  de ideas principiantes

Fue un poco los temas que blandía
Cuando una deuda de amor crujía

Al primer estremecer de identidad
Reparé culpable: un libro, Werther
Leerlo me estaba poniendo sensible

Un día lo tomé como si llevara ladrillo
Crucé amplia terraza del segundo piso
Aposté al muro y sin piedad lo boté
Como si fuera cruel biblia satánica

Agaché presto y el muro me cubrió
así los vecinos no supieran quién
fue el loco que un libro había botado
Y esperé un transeúnte  lo llevara

Sentado, con las piernas extendidas
tras el resguardo del parapeto decía:

¡Ese es el culpable!, ¡Ese es el culpable!,
Lloraba sin consuelo y crudo repetía
¡Ese es el culpable!, ¡Ese es el culpable!,

Fue la única vez que traté mal un libro
Reparé en un rato si lo habían llevado
-hosco me veía, Goethe, de la carátula
A mi atalaya ladrillo cemento y cal-
Bajé las escaleras corriendo y lo recogí

Como a un cachorro perdido lo cargué
acurrucado a mi coraza, de nuevo arriba,
Y dije para mí: Este libro me descubrió
a escalpelo la emoción que ora hendía
y que siempre sobre mi piel llevaría
Intentar cambiar nunca más podría,
Tampoco probaría, con ese coro moriría.

De ahí, no cambié mi entelequia
Solo que ya no me molestaba, ora
Me habituaba a única piel curtida
Rememoro,  sereno, lo acontecido.
___
 (1)estadio, más que estadio campo San Cosme, al final de jr. Bauzate Meza
(2) (extraído de ) vivo sin vivir en mí/ y tan vida alta espero
que muero porque no muero/ (Santa Teresa de Jesús)
(3) cuando yo vivía en la casa vieja del cerro
(4) hacer la mancha, conformar grupo de amigos
(5) Paolo Giordano
(6) atar nudos en trozos de cuerda o cualquier otro cordón para crear patrones intrincados
jrosual

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