La abuela, a la nieta de su marido le decía:
¡Al caer la tarde: Te vas a
bañar a la playa!
¡ Y no vayas a pecar con los hombres!
¡Fíjate que nadie te vea!
Yo tendría catorce años
Había oído esa ordenanza sin
querer,
antes de la hora, me avecindé al litoral
y buscaba un mirador sin que
me viera
Una joroba larga de arena ,
había
Recalé en un bote viejo, boca
abajo, abandonada,
Me introduje, hice una
mirilla y me puse a esperarla
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