Aquella
vez mi padre me dijo: Reúne a tus hermanos, quiero hablarles
-¿
De qué?.
-
Tú, reúnelos nomás
-
Pero ¿Por qué papá?
-¡Caramba!
Te he dicho que lo reúnas
Entonces
hice las llamadas pertinentes por teléfono. Pensé que papá quería hablar sobre
sus chacras, preocupación de siempre, nadie quería ir a la sierra y ver por ellas. El estaba enfermo.
Ya no podía mantenerse en pie Vivía sentado en su silla de ruedas.
-¡Ya
papá, ya les avisé pero me preguntaron para qué!
Entonces
se animó a decirme:
-Sabes,
hijo, quiero hablar con tus hermanos para ver la forma de botarla a tu mamá.
Mi
padre empezaba a delirar.
Esto
fue en los primeros meses del 2011, justamente, cerca al día de su cumpleaños-
con el residuo de lucidez- 2 de marzo.
Aún podía expresarse aunque decía tonterías la mayor parte de veces, como cuando mamá antes de acostarse acunaba en su
mano un rosario y se ponía a orar por
él pero el viejo celoso informado que
hacía pocos días le habían regalado a mamá un celular, dijo, serio:
¡Ajá, así que estás hablando con tu querido,
ajá, te pesqué!
Pero
lo que quería decir, un día de ese verano que ya se iba pidió a mi madre:
¡Mujer
súbeme a la azotea, quiero abrigarme con el sol!
Le
subió y desde el parapeto interior, por
el lado que da al patio vio el edificio de la casa todos sus ambientes entonces
dijo ¡Qué bonito he construido mi casa! ¡No hay casa más bonita que la mía!
Luego,
ambos se sentaron en un banco para recibir el sol. Mi madre se durmió. Cuando despertó, su marido estaba calato, el mismo se
había quitado la ropa y no podía hablar,
balbuceaba cosas ininteligibles. No se le entendía nada
Nos
llamaron, nosotros, los hijos, llamamos a los médicos Le dieron paliativos pero ya no
habló más, ya no usó más la silla de ruedas y quedó echado en la cama
ortopédica alimentado por sondas hasta su muerte en ese mismo año.
¡Viejo,
la muerte no me ha quitado tu presencia porque siempre te recuerdo la hechura
de padre bondadoso y responsable ¡ Es la Vida quien me ha quitado momentos que debí
hacer algo más para compartir buenamente contigo.
¡Feliz
cumpleaños, viejo, estés donde estés!
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