jueves, 26 de marzo de 2015

El tordillo



Aquel tordillo brioso y renegrido
pico fino entre amarillo y anaranjado
pajarillo  pequeño de los parques vecinos
que nos endulzan el alma con sus trinos

Se alborozan cuando su amigo el jardinero
retira la manguera de la caseta escondida
el día de semana  de riego destinado,
sufren, de este verano su inclemencia

Chillan y brincan entre ellas
y están atentos desde la repisa de las ramas
las maniobras del hombre floricultor
que, en la parte alta del parque
ha conectado la manguera a la bocatoma

Y el agua inunda los canales de riego
y los estorninos bajan de los árboles
El macho negro de brillo violáceo
y la hembra de un parduzco gris

Chapalean en el torrente
indiferentes al transeúnte
ni se asustan al pasar  (yo, entre ellos)
por un tablero que funge de puente

Suspiro, quién como esos miruellos
y un rato me quedé observándoles

Planteo, si existe reencarnación
que patrones debería cumplir
para ungirme de esa coronación

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