Escenas
que pronto congelan
y toda mi estructura alelan
Un
joven en silla de ruedas riéndose
aparentemente
por el celular
que
su padre le ha dado ,
mirándole
bien
no
es tanto por aquél aparato
Es
por la voz interior que le maniata
alguna
chifladura que le cuenta
y
le está llevando, inmisericorde,
hacia
ese invariable monocorde
Ojos
vidriosos boca abierta risa fea
La saliva
que se le derrama…
Halado
por su padre resignado
por
los módulos de psiquiatría,
público
indiferente del hospital
no
dado a ver sufrimiento ajeno
Reconvengo
mi propia historia:
era
mejor que haya salido de casa
los
dos últimos hijos que tenia
sorbiendo
los fragores de la lucha
que
mi consorte ingenua generaba
Podían
desencadenar algo parecido
si
bien no, a una esquís insalvable
sí, a un severo trastorno antisocial
Tal
vez mi sacrifico de abandonar
haya
sido al fin de cuentas mejor.
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