martes, 3 de marzo de 2015

Hoy me toca hablar de la muerte



Hoy me toca hablar sobre la muerte
mientras pueda, mientras esté de espalda
anatemas que quizás en víspera calle
enemiga es
que le divulguemos sus cosas

Más frio que la luna
debe ser su jardín trasero
vino torcido
úlcera que no cura
comida de diez días

Cuando llegue a nuestra casa
y nos separe  de nuestro ser querido
pidamos lo haga suavemente,
no vaya ser que se enfurezca

No búsquenos mirarle su faz
Su cara es más negro que el carbón
Es como si se te agarrara la noche
en una cañada serrana,
-noche espesa por el cerrazón
cargado de nubes en el cielo-
estiraras tu brazo y no miraras tu mano

O, al revés,
destello que emite el centro del sol en su cenit
que, también es difícil de ver

No la molestemos ni la venteemos
No vaya ser que después nos toque la puerta
y burlonamente nos pregunte la hora

Armoniosamente paciente es ella
Nos da ventaja (la vida misma)
y cuando ella quiere
nos la pide  inmisericorde
y es insobornable

Antes  y después de la vida impera ella
La vida es, pues, breve paréntesis
entre dos puntos, un centello
cuando nos llame
volveremos donde antes vagábamos

Y, digo yo,
si alguno tiene miedo a la muerte
es porque antes le tuvo miedo nacer
porque nacer es empezar a morir

De ella nadie ha regresado
y si algunos dicen que si
fue para propósito sobre su grupo
y dar falsa esperanza a sus acólitos
¿Cómo puede regresar  el fruto caído
 a su rama de origen?

Si queremos saber algo de ella
nos la dirá cuando muramos
para ello tenemos que morir
y consignar no volver más

Mal venida pero es necesaria
Como el carroñero que devora cadáveres
para renovar el eco sistema:
coz que siega la mala hierba
guerra que extermina
para que otros la habiten

La muerte es
una wikipedia inmensa
una sabana interminable
extendida en el amplio cielo
donde se guarda voces gestos ideas suspiros
de los que se ha llevado de este mundo:
nuestro ser querido,  el de muchos,
fuente de recuerdos, historias verbo  ciencia…
que es la vida misma  -inconmensurable saber
que nos obliga empaparnos
y lo alcanzamos mínimamente
para después , simplemente, morir-

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