¿Qué
tal si nos casamos? le pregunté
abriendo
el tema de conversación
que
no estaba en la agenda
que
nunca tomamos en serio
y
hoy nuevamente probamos
A
pesar que profané murallas y jardines
A
pesar que abrí la madrugada, a su amor,
A
pesar que nos separamos tres veces,
la última,
se fue definitivamente,
(Y
como los años ya se le iban
buscó
cualquier hombre
que
le diera apellido e hijos)
Sin
saber nada de ella muchos años,
enviudó,
y , hoy, nuevamente
sentados
en el mismo boulevard de antes
(casualidad,
la misma exedra-mirador)
conversando
nimiedades , y
para
salir del renuevo del adormecer
¿Que
tal si nos casamos? le pregunté
Y
ella eufórica dijo ¡Es una idea fenomenal!
Invitaré
a mi tía Aleja quién me pronosticó
que
no me volvería a casar nunca más
Iremos
de excursión a las Cataratas de Iguazú
Compraré
una casa de campo cerca al rio
(en
su provincia)
que
me lo ofrecieron no hace mucho
pero
no tenía motivo ni estímulo
¡Fabuloso
amorcito! , agregó,
¡No
sabes lo feliz que me haces!
Y a
sus ojos le renacieron fulgores
y
sus fulgores me enternecieron
y
la ternura no se acaba en los viejos
sino
se vuelve más certera
Una
lágrima se puso a rodar por su mejilla
y
por mi garganta ensalivé una eventualidad
Solamente
había dicho para salir de la monotonía
Ahora
resulta que estoy en un aprieto
y
voy cavilando ... cavilando…
No
está mal una segunda vez
está
sembrado los recuerdos
solamente
hay que desempolvarlo.
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