Qué
de ti
feliz
por hallar en tus escritos
descarga
a tu alivio emocional
feliz,
porque no hay huracán
que
te impida explorar orugas y lombrices
Pero
qué de ella,
ella
no sabe escribir
y
los perversos pensares
le
atiborran la cabeza,
como
chirimoya madura
que
está a punto de reventar
¿Sabes
acaso, hay noches que no duerme
y una
lágrima de las miles que le rueda
como
gota de aceite caliente
invade
la falda interna de su alma?
¿Y
voltea a la derecha
y
voltea a la izquierda
y
no tiene quién le auxilie?
Qué
de ti,
feliz
encontrar tu derrotero
feliz
estar solo
libre
los brazos
libre
las piernas donde ir
libre
el tiempo
libre
el pensamiento
con
libros y autores convivir
que
tu ensueño más empoderan
¿Te
preocupa acaso
saber,
que cuando despierta
nadie
le dice
que
bonita hoy has amanecido?
Se
viste como sea
no
hay nadie quién la motive no ser así;
sus
arrugas se incrementan
y la grieta de su párpado le cuelga
Ni
el slap slap de sus sandalias
propicia
para que la vean
y
su uña como garfio su media ahueca
Qué
de ti
ahora
que recibes aplausos
y
te llueven los seguidores
Pero
qué de ella
huérfana
de amor
huérfana
de dar y recibir
ya
no es como antes
Y
no es dura como dices
que
ni un caníbal quiere su carne
y que
es de no dar su brazo a torcer:
no
es por que ella no quiere
sino
que las herido tanto y lo recuerda
Ahora
su piel no es tersa
ni
son apetecibles sus naranjos
ni
una flor pende como antaño su eje medio
ni
tiene el vientre plano
ni se
forma el sesgo en su seno,
menos,
hay alguien quien le pida,
como
antes, una breve fotografía
¿Te
preocupa acaso
al
toque de su puerta
salga
ansiosa
pensado
que seas tú
con
un ramo de rosa?
¡Nos
has arruinado la vida a las dos!
Aunque
antes era mi rival de amores
hoy
desde el arcano me abrazo a sus dolores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario