viernes, 28 de marzo de 2014

Puente Villena


Una señora a la altura de Vivanda en Miraflores detiene un taxi. Es de noche, pasado  dos de la madrugada. El taxista pregunta, ¿Dónde le llevo señora? Ella le dice el nombre de  una calle que él  no conoce por lo que  pregunta: ¿A qué altura?  Por  el Parque del Amor.  Vamos, suba por favor.
 Cuando se instala la señora en el asiento de atrás el conductor siente de inmediato un frío inexplicable, aunque  cree que es por una bocanada de la noche fría   al abrir la puerta pero el frío permanece.   El trayecto era corto. Cuando el taxista está entrando al Puente Villena  mira por el retrovisor y la señora no está, ha desaparecido. Se detiene, aparca el carro para tantear que ha pasado. Por ahí cerca había dos serenos de la municipalidad de Miraflores que resguarda ese paraje para evitar que más personas proclive al suicidio aumente la estadística. Se acercan  los serenos al auto  y ven al taxista pálido que no sale de su asombro y le preguntan , Qué sucede, porqué se ha detenido. El taxista les comenta  el caso entrecortadamente. Ellos preguntan,  Cómo estaba vestida la señora.
-Llevaba un vestido de encaje antiguo, llevaba puesto un sombrero por  lo que no le pude ver bien la cara  pero era blanca, alta y usaba guantes blancos.

-¡Ah si! Ya oímos eso. Es  un fantasma  que hace asustar a los taxistas…

No hay comentarios:

Publicar un comentario