domingo, 23 de marzo de 2014

El perro de Linares


Escribe Renato Cisneros:
 yacía muerto. Las patas rígidas, el cuerpo tieso, los ojos en blanco. Parecía disecado. Cómo decirle ahora al doctor Linares –cliente VIP de la aerolínea, hombre temperamental- que su mascota había fallecido, que en algún tramo de la ruta Washington-Lima le había dado un patatús… Ya me jodí. No era culpa suya pero se sintió culpable. [Anteriormente había sucedió un caso parecido  en su área de trabajo]y con esta.. .¡Mierda, mierda! mascullaba, mientras sacudía el canil: no vaya a ser, pensó, que el animal estuviera anestesiado. Incluso trató de reanimarlo,  y  le buscó el corazón bajo el pecho peludo para procurarle masajes de resurrección. Pero no había forma de hacer nada. El bonito Schnauzer era solo un cadáver seco, frío y bigotón.
Requena ya se veía despedido cuando, de repente, una idea alumbró sus ojos. Era cruel pero era la única que tuvo. Recordó que muy cerca del allí, por el Mercado Central del Callao, había un local de venta clandestina de mascotas. Sin avisar a nadie, metió el can extinto en una bolsa negra y salió corriendo con el bulto por una puerta lateral. El descenso de pasajeros recién empezaba, de modo que tenía algo de tiempo para que el doctor Linares reclamar su equipaje. Exacto veinticuatro minutos le tomó a Requena encontrar un Schnauzer idéntico. Mismo tamaño, misma postura. Era un milagro. Tenía la nariz algo des pigmentada pero a primera vista  era imposible  percatar el detalle.  Lo compró, le colocó el collarín rojo del muerto –cuyo cuerpo arrojó a un pampón-, volvió al aeropuerto y acomodó al perro impostor en el canil.
Minutos después el doctor Linares llegaba al mostrador. Requena observaba la escena desde una esquina, sudando. Apenas recibió el canil, casi sin mirarlo, el doctor reclamó airadamente: ¡Este no es mi perro carajo! Los empleados confundidos, le aseguraron que sí. Entonces Linares –rojo, hinchado de cólera –lanzó un grito que Requena jamás podría olvidar:

¡No puede ser, mi perro venía muerto!

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