lunes, 17 de marzo de 2014

Experiencias cercanas a la muerte


Del libro La puerta del cielo por Eben Alexander:
El 10 de nov. de 2008 tras ser declarado clínicamente muerto por una meningitis bacteriana el doctor Eben Alexander estuvo muerto  durante siete días.  Doctor de medicina de la Escuela de Harvard. Regresó del más allá. Dijo: El cielo es real, con la muerte no se acaba todo. Durante esos días levitaba por encima de mis colegas  médicos. Descubrí  el amor más grande  que jamás ha sentido.
1º Sumido en una oscuridad profunda, cuenta,  bautizó como reino de la perspectiva del gusano.
2º  Apareció una luz que iba raleando  la oscuridad, esa luz lo dirigió a una puerta: y tras ella vio un lugar parecido a la tierra pero no lo era. Observaba desde el ala de una bellla y gigantesca mariposa  acompañado de una mujer de cabellos dorados y ojos azules  que le hablaba sin abrir la boca.
El mal es necesario, dice  Eben Alexander, porque sin él, el libre albedrio sería imposible y  no habría crecimiento, avance, ni posibilidad alguna de que nos convirtamos en aquello que Dios quiere que lleguemos a ser.
Dejó perplejo  a la ciencia porque según  ésta durante la paralización de la actividad cerebral no puede haber ningún tipo de recuerdo, sueño o conciencia. El cerebro bloquea nuestro acceso  al conocimiento de otros mundos para  protegernos como un sol que impide que veamos las estrellas durante el día.
No fue  una alucinación, dice, no fue un sueño, sucedió  fuera del universo físico, fuera de mi cerebro.

Fuimos engañados y creímos que la ciencia podría explicarlo todo pero no la conciencia. Antes, ésta  pertenecía al cerebro  pero hoy con lo dicho por Eben Alexander  la conciencia  contiene al cerebro.

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