Aquellos que se introdujeron al gueto homosexual bien porque le abusaron
sin su consentimiento (la mayoría) o por inclinaciones genéticas, (poquísimos),
cuando abrieron esa puerta no esperaron encontrar
beneficios sociales por tiempo de servicio, jubilación, o, tras años de
ejercicio, ser reconocidos ciudadanos probos. Tampoco esperaron refrendar una partida matrimonial entre homosexuales.
Por la puerta que ingresaron encontraron fanatismo, agresividad, promiscuidad. Nada saludable en valores que , sabían, no iban a encontrar. Su vida anterior, o su género, a pesar de
todo hubiese sido mejor si hacia la correctiva
necesaria . SI fueron abusados o inclinados, si hubieran abierto la puerta de la
ayuda psicológica hubieran podido regenerar e encauzar de otro modo sus vidas.
En el caso de niño agredido con familia disfuncional
correría a cargo del ente del estado especial su recuperación en orfanatos
debidos o transmigrándole en otras familias con valores. Cierto, en
parte el estado y la sociedad no hizo
mucho por ellos en su crucial momento.
Ante ello el gremio LGTB (Lesbianas,
gais, transexuales y bisexuales) tratan vengar, a mi modo de ver, creando
al estado un embrollo difícil de satisfacer Exigiéndole que legitime civilmente,legalmente sus relaciones. No solo se
conformaran con la unión civil sino con más derechos matrimoniales como adoptar
hijos. ¿Si se les acepta, parte o todo, será
mejor para la sociedad? Deberían los del LGTB preguntarse y responder con sinceridad.
En particular, no lo creo porque el matrimonio tal
como se concibe en las pareja hétero presupone ligazón indisoluble (teóricamente) En
cambio, un matrimonio gay no seria nada raro que a los pocos meses se divorcien
porque lo común en ellos es la promiscuidad. Solo funcionaria en algunas
escasas parejas y la ley no se hace para unos pocos.
Estos vientos de modernidad vienen de afuera. No
confundamos Copenhague con Huancané . Si
la ley de unión civil se aprobaría en nuestro país acarrearía a poblaciones interiores, Cajamarca, Puno…, los villorrios de la selva,etc, nefastas consecuencias. Por las noticias periodísticas locales, hoy, se sabe
que ellos, los pueblos del interior, ante la carencia o debilidad o
corrupción de la autoridad son jueces y parte y sancionan algún
hecho delincuencial ¡Qué harían con un matrimonio gay en su comarca que exigiera prebendas!
Antes de solidarizarse, algunos parlamentarios
criollos con LGTB por uniones civiles deberían legislar, primero, para que nuestro
país integralmente se desarrolle en
materia educativa, económica, social
Solo así, mucho
después, tal vez, se pueda aceptar estas nuevas posturas.
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