¿Sabían que EEUU se vio envuelto en una paranoia
discuerda por la presencia comunista en los estratos sociales, sobre todo, en
el rubro del séptimo arte?
La noche del 19
al 20 de junio de 1953 los esposos Rosenberg morían en la silla eléctrica de la
prisión de Sin Sing acusados de haber pasados secretos atómicos a los rusos.
Fueron las víctimas más destacadas de la ola de anticomunismo que durante la
guerra fría recorrió los Estados Unidos y que todo el mundo conoció como la Caza de Brujas. El cine, la ciencia, el
teatro e incluso el ejército fueron investigados por el Comité de Actividades Antiamericanas (CAA), que presidia el
senador McCarthy en un clima de apasionamiento y paranoia en el que se
confundían las más inocentes posturas progresistas con el comunismo.
Las investigaciones alcanzaron su punto más alto de
notoriedad cuando el CAA enfiló sus
baterías contra Hollywood .Directores, guionistas y actores tuvieron que
declarar sobre su ideología mientras que en
los grandes estudios surgían las listas negras. Poco a poco iba
desapareciendo el aire de progresismo y tolerancia que el New Deal de Roosevelt
había introducido en los Estados Unidos en la década de los años treinta. El desencadenamiento de la guerra de corea
(junio 1950-julio 1953) había encrespado los ánimos de la cruzada anticomunista.
Martin Dies , un ambicioso y joven abogado, diputado a
partir de 1931 fue el que propuso al parlamento en 1938 la creación de un
comité especial para investigar la extensión, carácter y objeto de las
actividades de propaganda antiamericana.
La premisa fundamental era la existencia de propaganda subversiva en los films
producidos en Hollywood.
Mistress Lela Rogers madre de Ginger Rogers citó como
evidente infiltración comunista el hecho de que en el guión original de la
cinta Compañeros de mi vida (1946) se hiciera decir a su hija: El reparto, el justo reparto, eso es
la democracia.
Richard Nixon declaró: estoy convencido de que, en
determinadas circunstancia un director de cine comunista, un actor comunista,
aunque hayan recibido orden de no infundir comunismo o subversión en las
películas pueden fácilmente desobedecer esa orden… con una mirada, una
inflexión, un matiz de voz.
Después de tomar testimonios a decenas de actores guionistas directores el CAA
seleccionó y llamó a declarar a 19
hostiles ,trece eran judíos.
La mayor parte de la población de Hollywood tomó
partido decididamente contrario al CAA . Entre ellos
John Huston, William Wyler, Humphrey Bogart,
Gregory Peck, Kird Douglas, Burt Lancaster, Elia Kazan, etc.
Dalton Trumbo, guionista dijo: este es el comienzo de los campos de
concentración en estados unidos.
A su vez el
director Edward Dmytryk tuvo un
altercado con el CAA, así:
CAA .-¿Entonces
se niega a contestar la pregunta?
Dmytryk.-No me niego. He contestado a mi manera.
CAA.- No ha contestado si es o no miembro del Partido
Comunista
Dmytryk.- He contestado diciendo que no creo que tenga
derecho a preguntarlo
A su vez Ring
Lardner Jr. guionista dijo: Quiero cooperar, pero existen ciertos límites. No
quiero ayudarles a dividir o destrozar este sindicato (de actores) ni a dejar
infiltrar en la industria del cine cualquier intento de controlarla, descontrolar
lo que el pueblo americano puede ver y oír en sus películas .
Pero insistió el comité:
CAA .- Es una
cuestión muy simple. Cualquiera estaría orgullo de responder (si era miembro del sindicato de guionistas).
Lardner Jr.- Depende de las circunstancias, podría
contestarle pero si lo hiciera me odiaría a la mañana siguiente.
Finalmente, ocho de los 19 testigos hostiles quedaron
sin declarar. A la décima declaración el CAA
se dio cuenta que los testigos
era más fuertes que el comité Entonces, los
10 de Hollywood regresaron del este a California como héroes de la
democracia.
Eso fue fin del primer capitulo pero la cosa no acabó
ahí.
Humphrey Bogart fue el primero en retractarse del grupo
de actores que apoyaban contra el Comité de Actividades Antiamericanas.
En 1947, el presidente de la 20th Century Fox advirtió
que no emplearía a nadie que se negase a declarar ante algún comité del congreso.
Afirmaba, también, que no emplearían a un comunista o aun miembro de cualquier partido o
grupo que intentase derribar el gobierno de los EEUU.
Y los 10 de Hollywood fueron acusados de desacato al congreso y
condenados a penas máximas de un año de
cárcel y una multa de 1000 dólares cada uno.
Ante esto, un medio de evitar el desempleo muchos
realizadores norte americanos y actores
se vieron obligados ir al exilio, trabajar en Europa, es el caso de John
Huston que , además, adquirirá la nacionalidad irlandesa,
Bertol Brecht, Abraham Polonsky, etc.
En cuanto a Dalton Trumbo fue el protagonista de una
de las situaciones más particulares de la Caza de Brujas, después de cumplir su
condena por negarse declarar al comité se fue a Méjico. Aun así
entre 1951 y1957 escribió y vendió más
de treinta guiones firmados con seudónimos.
En 1957 el Oscar a mejor guion recayó en
la película El bravo con el nombre del guionista Robert Rich, seudónimo de Trumbo.
Al año siguiente el Oscar al mejor guión fue concedido a Nedrick Young que era el seudónimo de otro guionista de la
lista negra. Esto trajo como consecuencia que Trumbo reconociera ser el creador de 30 guiones de éxito con
nombre falso.
De esta forma, la reincorporación oficial de Trumbo a la meca del cine de Hollywood; la muerte de
McCarty y la irrupción en la política de
Kennedy instaurando la política de Nueva
Frontera puso fin a la pesadilla de la Caza de Brujas.
A modo de colofón, Orson Wells declaraba en 1964 sobre
esa pesadilla:
De mi
generación somos muy pocos los que no hemos traicionado nuestra postura. Los
que no dimos nombres de otras persona. Esto es terrible. Y uno no se recupera
de ello. No se como se puede recuperar uno de semejante traición que difiera
enormemente de la de un francés, por ejemplo, que fuese delator de la Gestapo
para poder salvar la vida de su esposa; es otro tipo de colaboración. Lo malo
de la izquierda americana es que traiciona para salvar sus piscinas. Y no hubo
unas derechas americanas en mi generación. No existían intelectualmente. Solo
había izquierdas, y éstas se traicionaron. Porque las izquierdas no fueron
destruidas por McCarthy, fueron ellas mismas las que se derrumbaron, dando paso
a una nueva generación de nihilistas. Esto es lo que sucedió.
(Resumido del
escritor y crítico cinematográficos Vicente Molina Fox)
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