Hubiese querido
mi presencia cuando muera simbolizara para ella seguir
presente en su recámara: en urna pequeña
color marfil sobre su cómoda con un
clavel tendido a través y una foto nuestra,
aquella que nos tomamos en Huacachina,
apoyada en el cofre de mis restos.
Pero ¡oh, que va ser! ¿Ni ese placer tendré estando
muerto!
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