Ernesto
Pinto-Bazurco fue un médico peruano que
trabajó en Múnich. Logró que un puñado
de judíos alemanes escapara de Alemania.
Nació en 1913 en el Callao. Ayudó a salir a unas 60 personas entre judíos y alemanes.
No guardó registro de sus nombres porque era peligroso para ellos.
Ernesto Pinto-Bazurco llegó a Alemania en 1934 para estudiar
medicina por una beca de Bayer. En Múnich había una casa Perú, institución donde se ayudaba a compatriotas y
latinoamericanos. Ahí conoció a Hildegart, una joven alemana que fue su
enamorada.
En 1939 consiguió
una plaza en el hospital de Múnich. A pesar que tuvo oportunidad de salir de la
guerra, que empezaba, prefirió junto a
Hildegart quedarse en la Cruz Roja. En
tres ocasiones solicitó sin éxito una autorización para casarse con Hildegart.
En 1942, Perú declaró la guerra a Alemania por ello la Gestapo comenzó a buscar
a peruanos y dieron con Ernesto Pinto-Bazurco, lo detuvieron y lo trasladaron
al fuerte Laufen, cerca de Austria. Fue preso desde febrero a mayo de 1942. Su
mujer estaba embarazada de su primer hijo. Aun no era su esposa. Pero gracias
al hospital y ser un médico reconocido fue liberado.
El gobierno peruano pidió a Suiza para defender a los
peruanos y Suiza ubicó a Ernesto Pinto-Bazurco y le comisionó repatriar a
peruanos en Alemania que Ernesto Pinto-Bazurco incluyó, como si fueran peruanos, a judíos y
alemanes para salir.
Cuando terminó la guerra se quedó en Alemania. Nació
su segundo hijo y en 1946 el tercero, recién entonces le dieron la autorización
para casarse. En 1948 decidieron regresar al Perú
En Madre de Dios, una provincia de nuestra selva donde
Ernesto Pinto-Bazurco hacía servicio rural conoció a un judío alemán quién le
contó que se salvó de la guerra gracias a un diplomático peruano… Se
reconocieron y se abrazaron. Ernesto Pinto-Bazurco, aun vive, hace poco el 28
de setiembre cumplió 100 años.
Hay un libro escrito por su mujer Hildegart Ritter: Ángeles
en el Infierno
de donde se extrae estos apuntes.
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