miércoles, 30 de enero de 2013

Pumalla II

Campo de tierra, campo de polvo, campo de fútbol de mis paisanos
Los jugadores, mayores, tiznados a tierra,  trenzados con algunos niños por la escases de formar un once
Sin embargo, no es campo abierto,está cercado de hormigón y ladrillo para que no lo invadan de nuevo  los asentamientos vecinos,  como hace poco tiempo lo sufrieron y les fue difícil recuperar el terreno (Incluso mi padre y sus coetáneos  fueron obligados a que desalojaran a los invasores del campo Pumalla,
homónimo del campo original  en su pueblo) 
Letrina miserable Un balde de plástico nadando en un tanque abierto del cual, el que va hacer de vientre, hombre o mujer,
tiene a coger  la palangana lleno de agua y cargar sendos metros  al cubículo, donde hasta el más hombre se remanga.
La tribuna más pobre que he visto
Sobre un montículo de tierra  cuatro palos  sostienen una estera, 
ésta hace  sombra, ante la inclemencia del sol, a sus directivos
-uno de ellos es mi hermano, Cuarto, a cuya insistencia
fui al campo Pumalla II , su equipo, había clasificado a la final-   
Se refrescan los directivos con las heladitas acostumbradas
-¿Porqué no hay  once titulares?  pregunto a mi hermano
- Es que algunos se han ido a Mala-100 kms de Lima al sur- para jugar por otro equipo, en otra liga Allí les pagan 150 soles por partido
Me reencuentro con Portilla, antiguo jugador profesional del Porvenir Miraflores en el tiempo de  loco Bailetti, Portanova, Shabauer . Portilla estuvo en la misa de los seis meses en el pueblo de mi padre Su equipo que él entrena  estuvo invitado para la festividad del pueblo,allá, en el relámpago, hace seis meses y, hoy, ese mismo equipo desgraciadamente fue eliminado  en este campo.
 Me cuenta anécdotas pero de ello  hace jaleo de su hijo Guiulano Portillla que supo sacar provecho al fútbol que también practicó, y enumera varias propiedades que tiene su hijo; y señala que la  mayoría de jugadores profesionales de nuestro fútbol, como él, incluso, reconoce,   no supieron aprovecharlo.
Se acerca un desconocido al corro, para mí , y le dice a Portilla que su abuelo también fue chinchano
-¿Y cómo sabes que soy chinchano? replica Portilla
- ¡Es que todos lo morenos como tú son chinchanos!, lanza la pulla
el advenedizo pero para suavizar  ríe y le invita la botella de cerveza que da a Portilla, aquél está  bebido.
-¡No compadre,te equivocas!, corrige Portilla con la cerveza  en la mano (acepta a cambio de no molestarse) Yo soy de Pisco
-Pero ¡están  cerca, a un tiro de piedra! Y el llegado se carcajea
- ¿Y si tú no eres moreno porque dices  que eres de Chincha? pregunta Portilla
- ¡Yo he dicho mis tatarabuelos son!  Y se ríe
 - ¿Que apellido tienen?
 El intruso se rinde, entonces, estaba visto que solo buscaba espacio donde gorrear la  cerveza a costa de otros ya que la botella que trajo estaba, casi, vacía. Pero el moreno Portilla no tiene para invitar, otros del grupo sí.
Luego, este  allegado,  me dirige la puntería y me dice que se apellida Zanabria y me pregunta mi nombre Le digo y hago mención que soy hermano de Cuarto
-¡Ah, tú eres hermano de  Cuarto!
- Si, le repito
-El es mi pata, y luego hace un alto , rememora y dice: Entonces tu padre ha muerto hace poco, pregunta
- Si, le digo  
- ¡Déjame decirte - Me quiere abrazar,  le mantengo a raya 
No se inmuta Déjeme decirte-continúa- que mi padre  Zacarías Romero era amigo íntimo de  tu padre Mi padre tiene ahora   noventa años Ya no sale de  casa pero cuando  le dije que don Nicanor, tu papá , había muerto  le salió las lágrimas  a mi viejo y a mi me dio pena verlo llorar porque sus amigos de juventud se le iban ¡Ah, caramba! Así que don Nico era tu padre ¡Que gusto! me señaló, con la mirada, la botella vacía.
No pude discernir si era oportunista o era cierto lo que decía
Pero nombró Nicanor, nombre de mi padre Y se ganó un par de cervezas que compré y le invité   
Luego, disimuladamnete, me alejé del grupo No soy de tomar mucho
En el kiosko  vi que,además,  vendían arroz con pollo ¡cinco soles! ¡anticuchos, el par, cinco soles!  Tenia hambre, hace rato, por eso que me alejé del grupo para comer solo sino tendría que invitar a varios y no tenia mucho dinero Solo llamé a mi hermano pero él hacía mas caso a la cerveza.
 También, en este campo pobre estaban presente los zorros de abajo, nosotros, y los zorros de arriba , paisanos también nuestros, (como en toda esfera social) quienes empezaban a llegar en sus modernas camionetas patrol, abrían las puertas , encendía su equipo cuadráfonico a todo volumen con música de la Flor Pileña, La Yauyinita y mandaban pedir varias cajas de chelas y Zanabria , y Portilla y otros se le acercaban y le afranelaban la visita Yo no era de eso, así que, disimulado, me salí del campo.

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