jueves, 31 de enero de 2013

Marylin Monroe



¡Cuántos libros se escribieron por la diva!
En  carta al psicólogo Greenson (último libro)
entre 10 febrero al 5 marzo de 1961
 se extrae de la pluma de ella:
“Los árboles me entristecen…
¡Cuántas lágrimas desnudas surcan mis mejillas!
¿Para qué me sirve la noche si no duermo?
Es un día largo que no termina
No tengo idea de quién soy
El hombre quiere llegar a la luna (1961)
Pero a nadie le interesa el corazón humano”

Tenía aletazo de cuervo en la mirada
Productores  y directores de  películas
Sabían que  actuaba en la loseta cuadrada,
 En estado depresivo, pero a ellos  no les importaba
 su estado calamitoso, sino hacer dinero a su costa.

Cuando,  a su ves, a ella le tocó estar
en una clínica psiquiátrica, dijo:
“Las personas felices no han nacido
Si me tratan como a una majareta (1)
 me comportaré como una majareta
La gorda vacaburra (centinela)
me ordenó bañarme
y  rompí con una silla el vidrio de la ventana
Cuando vinieron los de seguridad
 amenacé cortarme las venas;
pero, realmente, nunca pensé hacerlo
 Soy demasiado vanidosa con mi cuerpo”

Su padre nunca quiso saber de ella
Se refería a su madre (Gladis Monroe)
 que vivía , casi, en un manicomio:
“La mujer de pelo  rojo,  a veces, me sacaba a pasear”

En el orfanato de Los Angeles, para salir al mundo
Y  no seguir más ahí, se  casó a los dieciséis

Se suicido el 5 de agosto de 1962
Tenía dos hermanas Jackie y Berenice

(1) chiflada

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