Mi mujer estaba enferma y en su agonía pedía comer una manzana Yo, que la quería más que a mi vida fui a buscar la manzana, aunque no la hallé porque no era su tiempo.
Me dijeron que había hacia la costa, a quince días de camino
Vi que mi mujer se había restablecido pero, al insistirme en la manzana me fui quince días a buscar la manzana Traje tres manzanas, le di pero se había recrudecido su mal y no la comió
Como yo necesitaba dinero para su curación fui a trabajar a mi tienda y una tarde vi a un negro llevar , orondo, una manzana
Le pregunté
- ¿Dónde conseguiste esa manzana?
Y el negro me dijo:
-Me lo dio mi amante, su cornudo marido se ha ido quince días de aquí a traer tres manzanas y ella me regaló una
Quedé atónito
Regresé a mi casa y, en efecto, había solo dos manzanas
Me cegué No pregunté nada Era evidente que me engañaba
Apoyado mi rodilla a su vientre le cocí a cuchilladas, la maté,
le corté su cabeza y los miembros y lo metí en un cajón
con un velo encima
Y en mi mula la llevé en un cajón y lo arrojé al río Nadie me vio Volví y encontré a mi hijo llorando y me dijo:
-Mi mamá me va a pegar porque cogí una manzana de las tres, porque quería comerla, y salí a la calle y un negro me la quitó
- ¿De dónde la cogiste? me dijo
Y le dije que mi padre había viajado quince días para conseguirla
Y el negro no me devolvió sino que se fue con la manzana
Entonces comprendí que habia matado injustamente a mi mujer,
por eso, exijo señor juez, en que apresure mi suplicio y vengue en mi persona aquella muerte.
(Adaptado de un cuento antiguo)
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