Entonces, su joven esposa que sabía en qué perdía el tiempo mandaba a uno de sus pequeños hijos para apurarle de esta manera:
¡Dile a ese sinvergüenza de tu padre que deje de hacer cojudezas y que se apure con el balde de agua!
Pero, después, cuando Estanis Mogollón ganaba dinero por sus composiciones y los hijos jugaban con él, su esposa decía:
¡Niños, déjenlo! ¡no le molesten que está produciendo el hombre!
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