Las constelaciones

El viejo barbado había ido  a un pueblo de la sierra peruana que celebraba su fiesta patronal y en la primera noche juntó a varios jóvenes en la única plaza del pueblo que  se preparaban para iniciar el fiestón de apertura que duraba siete días de fiesta, de bailar y tomar harta cerveza, como lo celebran, por los menos, dos veces al año, cada humilde pueblo de nuestro país (la otra festividad es en honor a a la patrona: una de las tantas Vírgenes en nuestro calenda rio  sacrosanto)
 Y mirando las estrella les preguntó:
¿Algunos de ustedes sabe leer la carta zodiacal en las estrellas? 
Al hallar mutismo siguió, señalando  un extremo de la bóveda del cielo y dijo :

La constelación de Géminis son  los gemelos de sexo opuesto y recuerda el mito de Castor y Polux nacidos del mismo huevo
(Detalló la historia sobre ellos)
Sobre la osa mayor dijo:
Todavía, hoy, la Osa Mayor indica el camino de las caravanas de sal que transportan en camellos la preciosa sustancia a través del desierto de Teneré en Niger  La caravana parte de Agades cuando la constelación de la Osa Mayor se perfila al amanecer sobre el horizonte y después de un viaje de 600 kilómetros llega al otro extremo del desierto,  Bilma, donde habitan los Tuareg
(Ante cada término nuevo el viejo barbado les explicaba con su paciencia infinita: sabia que a nadie se le habia ocurrido tal empeño)

Orión, señaló al otro extremo: fue el cazador asesinado por un escorpión enviado por Júpiter La constelación de Orión y la constelación  de Escorpión se encuentran en puntos opuestos del cielo (Y los señaló con sus brazos largos)
Sobre la constelación de Lira dijo:
 Mercurio inventó ese instrumento musical para regalar al cantor Orfeo y con esto Orfeo debía liberar a su esposa Euridice

Al comienzo, el viejo barbado logró acaparar la atención de un buen grupo pero luego ante el sonido de los timbales de la bateria, conjunto traído de Lima, el grupo, le abandonó
 Solo quedaron dos muchachos alrededor del viejo barbado y con
ellos el viejo barbado  quedó complacido al ver el interés de ellos
Ellos serán la semilla, pensó, su viaje largo no había sido en vano.