¡Detente por favor!
Déjame recoger una mirada de tus ojos, solo una
mirada,
Para qué me acompañe durante todo el camino;
Una mirada que me sirva de remedio al alma, herida por
esta separación mortal
Pero sí esto te parece exagerado, no me la des
Y déjame entregado a mi dolor
Y sin más compañía que mi tristeza
(de Las Mil y
Una Noches)
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