El jugador agita el cubilete en el aire
golpea seco en la mesa
y deja correr los dados
para que caigan en cascada.
El trago abre el apetito
llaman al mozo -viejo como el local-
"un tamalito por favor" pide uno
"un sándwich mixto" pide otro
y el juego se ameniza mejor
Unos salen otros llegan al Bar Monarca
salón enchapado: madera y espejos
algunos matan la noche en sus mesas
otros matan días apocados de la semana
Por poca cosa dan extremado afecto
"yo te estimo mi hermano ¡te lo juro!"
la movible agita a toda discreción
y se van arrumando las chelas grandes.
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