viernes, 2 de mayo de 2014

ET


< Cuando era niña  vivía en la campiña de Tacna. Solía jugar en a huerta frente a la casa con un niño que no se parecía en nada a los hijos de los lugareños y que, ahora me doy cuenta, según referencia y  literatura de extra terrestres era, en efecto, un ET.
< Se me aparecía a mí solamente, jugábamos y, luego, cuando me llamaban se desaparecía. Una vez a mí  me dieron por desaparecida y me encontraron al día siguiente al otro extremo del valle. Nadie se daba explicaciones cómo aparecí ahí.
< Cuando tuve 31 años, casada, en Lima y de profesión abogada mi hija de  cinco años  un día  desapareció de su cama y lo busqué en toda la casa y la encontré en el sótano del edificio que era el garaje del condominio. Y estaba ante varios entes parecidos con los que yo jugaba de niña, entonces grité: ¡A mi hija no, a mi hija no! Y les arrebaté a mi pequeña y la  subí por  la escalera pero ellos me alcanzaron y me quitaron mi niña y me adormecieron.   Cuando desperté  estaba yo  en mi cama  abrigada por  la frazada bien tendida, yo,  y mi hija en la pateadera Yo nunca  la arropaba  de esa manera.>

(Emisión radial)

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