Siempre en cuando no haya contacto carnal pronto otorgaran
Licencia de Funcionamiento en establecimientos donde una joven permita que cualquier varón duerma o apoye
su cabeza en la falda de ella; como actualmente lo permiten en un club japonés
que, por diez dólares el minuto el parroquiano puede usar, incluso, las colas de las muchachas como almohadas para
una reparadora siesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario