En este país, existe seguidores -aficionados- que tienen como fuente la provisión no, la televisión local ni las emisoras de frecuencia modulada, o AM, ni ocupa su gusto periódico alguno, sección dedicado a ese fenómeno Por ejemplo, el grupo coreano de pop Big Bang que tiene harto incondicionales y su única presentación en Lima, hace poco, fue a local llenó con 12,000 espectadores.
Esto llega a consolidar la fuerza de las redes sociales, el Internet, los celulares de última generación por el cual esos entusiastas seguidores, sobre todo jóvenes,se comunican, recomiendan a sus amigos y que tuvieron colmado sus expectativas.
La respuesta de esa juventud se debe, en parte, a la pobre programación local: exploraciones en la vida particular de un invitado y divulgar sus yerros como el programa El Valor de la Verdad (ya retirado), o concursos de bailes, juegos aburridos por lo infinito y repetitivos deja mucho que desear , que yo, particularmente, tampoco veo, excepto las noticias o algún reportaje.
Ni siquiera la emisión en la radio A.M las predicas evangélicas o chamanes enbaucadores o huaynos de letra mal compuestas me invitan seguirles ,prescindo de ello y solo para afinar el oído me quedo con baladas en inglés -no entiendo la letra pero no me interrumpen - ingresa suave la melodía- y me sirve como música de fondo para mi tarea de escribir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario