domingo, 3 de febrero de 2013

K-big bang

En este país, existe  seguidores -aficionados- que tienen como fuente la  provisión no, la televisión local ni las emisoras de frecuencia modulada, o AM, ni ocupa su gusto periódico alguno, sección dedicado a ese fenómeno  Por ejemplo, el  grupo coreano de pop Big Bang que  tiene harto incondicionales y su única presentación en Lima, hace poco, fue a local  llenó con 12,000 espectadores.
Esto llega a consolidar la fuerza de las redes sociales, el Internet, los celulares de última generación por el cual esos entusiastas seguidores, sobre todo jóvenes,se comunican, recomiendan  a sus amigos y que tuvieron colmado sus expectativas.
La respuesta de  esa juventud se debe, en parte, a la pobre programación local:  exploraciones en la vida particular de un invitado  y divulgar sus yerros como el programa El Valor de la Verdad (ya retirado),  o  concursos de bailes,  juegos  aburridos por lo infinito y repetitivos deja mucho que desear , que yo, particularmente, tampoco  veo, excepto las noticias o algún reportaje.
 Ni siquiera la emisión en la radio A.M las predicas evangélicas o chamanes enbaucadores  o huaynos de letra mal compuestas me invitan seguirles  ,prescindo de ello  y solo para afinar  el oído me quedo con  baladas en inglés  -no entiendo la letra pero no me interrumpen - ingresa  suave la melodía- y me sirve como  música de fondo para mi  tarea de escribir.

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