Cuando era niña vi con mi hermana un platillo volador
en nuestra terraza, bajamos asustadas a nuestra sala del primer piso, llamamos
a nuestros padres pero cuando subieron a la azotea ya no estaba.
Otro día, cuando todos los mayores salieron de la casa para una reunión en otra,
nos quedamos las hermanas, sobrinos y algunos vecinos del barrio en la casa
jugando Nuestras edades fluctuaban entre los ocho años y 16 que tenía mi
hermana mayor
Entonces ella dijo, Vamos a jugar al platillo volador
Ella era inclinada a pensar cosas esotéricas
Nos reunimos en un círculo en la azotea de la casa,
nos sentamos y nos obligó amarrarnos
los tobillos de todos con una soga, luego, ella sin atadura en el
centro dijo:
-¡Platillo volador demuestra tu poder!¡Platillo
volador demuestra tu poder!
Y en eso, aparecieron en el cielo dos platillos, uno
encima de otro Todos lo vimos y bajaban hacia nuestra casa, casi, en perpendicular…
Mi hermana, libre, bajó a carrera por la escalera y nosotros no podíamos, amarrados los tobillos como
estábamos Hicimos un desconcierto de pies que no podíamos pararnos sin tumbar
al otro, aunado a los gritos de terror por los platillos…
De eso me acuerdo hasta hoy, a pesar que ha pasado
treinta años.
(adaptado emisión radial del doctor Choe)
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