viernes, 10 de julio de 2015

Poemas revisados : Oquedad



V2/Crima/Oquedad/jrosual

                Oquedad

Oquedad, piedra de ausencia
La misma saliva acuosa tragar
Como  primer alimento del día,
No lo pensó,  eso, le iba a pasar

Parado una mañana más, la misma  esquina
el frio calando sus tobillos sin saber qué hacer
Envidia, pelusa del alma, dentera picada a celos
Ver, como otros trabajan o agilizan a su labor

Uno, en su furgoneta  lleva balones de gas
Otro, desde la tolva - triciclo-  ofrece naranjas
Vocea sus periódicos en la esquina, el canillita

Incendiario se  convierte en  hombre de fuego
Titular donde  él se Imagina ser protagonista
Desvelo para esta noche, ese suceso, germina

Oquedad, piedra de ausencia
La misma saliva acuosa tragar
Como  primer alimento del día,
No lo pensó,  eso, le iba a pasar
                                                       
Parado una mañana más,  la  misma esquina
mano a la faltriquera, el saco que no le abriga
Su mirada tiende a marchitar su semblante
Como si saliera  de un velorio esta mañana

las diez, ya es tarde para seguir buscando
Otra semana inútil de colocaciones:
¿Qué me ven? ¿Mis canas?¿ Mis arrugas?¿Mi traje?
Al joven que no tiene carga de familia, anota,
le prefieren porque rebaja su demanda

Piensa y remuerde:
Si hallara cupo  empezaría la siguiente semana
hoy  viernes ¿qué dinero llevaría a casa?


¡teniendo un negocio  y varios empleados!
Oficina contable , secretaria, recuerda,
Hoy,  un puesto de trabajo mendigando

Oquedad,  piedra de ausencia
La misma saliva acuosa tragar
Como  primer alimento del día
No pensó , eso, le iba a llegar

Once ¿Qué hacer? ¿Volver y decir lo mismo?
¿Recibir sus denuestos ? ¿Otra vez amargarnos?

Una muchacha de bonito cuerpo pasa por la vereda
Que alguna vez conoció y hoy le voltea la mirada
O,  tal vez, no le ha mirado, se consuela,
Pero no tiene dos monedas  para invitarle un café

Urge dinero para mañana, otro tanto al domingo
¿Dónde  pedir ahora?¿Ir hasta el  Serengueti?
¿Cómo pedir  si no ha devuelto lo anterior?

Parece que tuviera los riñones  descolgados
Pinzas le colgaran del calzoncillo, ¡qué dolor!
¡Qué difícil los  nudos de su zapato atar!

Oquedad,  piedra de ausencia
La misma saliva acuosa tragar
Como  primer alimento del día
No pensó , eso, le iba a llegar.

Su centro de gravedad, repara, está lejos de él.



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