jueves, 30 de julio de 2015

Poe. Rev. El loco y el pollo a la brasa

Ventanas

El loco y el pollo a la brasa

Hay en sus ojos tal avidez
que anubla su mente,
tal vez,  se remonta tiempo atrás
cuando podía adquirirle

Segrega sus palatinos posteriores
sustancias químicas 
esperando inútilmente
tragar ese pollo crocante

Qué exhibe la maroma de hierro
separando al postrado loco
un cristal grande panorámico

Hay en su rostro tal hambre
cuya saliva sola desciende
por el traqueo membranoso
raspando  paredes internas
preludio a úlceras gástricas

No le importa el corrimiento
de su patética traza:
saco deshilachado
barba crecida, dispareja
sucio cabello enmarañado   
legañosos ojos hundidos 
descalzo ¡y en invierno!

Pero el loco no tiene la culpa
su mente va destornillada;
la culpa lo tenemos nosotros
los que ganan por mil y no aportan
los que viajan en cruceros
los que tiene un apartamento
en la rivera  francesa
o en la isla de Manhatann

Nosotros también, los comunes,
que pasamos indiferentes por él
y nada hacemos

(En nuestras protestas al gobierno
por el  enfermo mental nadie aboga
tipo que no falta en una calle o plaza)

El loco, ora, va al tacho de la esquina
a buscar un  pan duro e imagina
que come un trozo de pollo a la brasa,
de repente, hoy era su cumpleaños.
y recuerda haber estado con mujer e hijos
                                               alguna vez

La humanidad tiene como Cristo
una herida original al costado*

__

*Anónimo

No hay comentarios:

Publicar un comentario