miércoles, 22 de abril de 2015

Dialogo



Mi padre echado de lado en la cama
apoyado su cabeza
en las palmas unidas de sus manos
tiene el semblante agradable
piel delicada y sonrosada
labios finos, ojos pequeños, y dulces,
bigote a lo Chaplin,  bien cortado,
me pregunta:

-¿Tú eres el que estudiaba en la universidad?
-No –le eludo-
tocar ese punto es caer en lo mismo
- Sería otro de tus hijos –esquivo-
-¿No estudiaste en la Villarreal?
-No papá
-¿Dónde estudiaste?
-En la Normal de Cañete -digo por decir-
-¿Así viejo como estás?
-No papá, cuando era joven y buen mozo

Entonces se incorpora
como queriéndose bajar de la cama
teniéndome cerca se me abalanza
pero tal débil es su maniobra
que no me alcanza y se va al piso

Yo, haciendo ágil esfuerzo lo contengo a tiempo,
entonces, siento su cráneo en mi pecho
el latido de sus sienes
el vello  algodón de sus orejas
el  parietal  difundiéndome calor
y al voltear su cabeza ¡oh!
muestra mi padre (en mi sueño)
el colgajo cadavérico de su última hora

Mi madre que le acompaña
en la cama matrimonial se levanta y pregunta:
¡¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado?!
y no sé que hacer con el cadáver en mis brazos.

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