martes, 28 de abril de 2015

Compulsivo


Tengo cajones de libros por leer
pero con este trajín de escribir
repasar cuadernos y manuscritos
no me queda tiempo para ojear

Dándome cuenta de ello, a pesar,
sigo comprando libros usados,
soy, como el que juega  dados
como el que va al tragamonedas
fabrico en mi una compulsión

Tener su peso en mis manos
- cargar esa historia de amor
una aventura al planeta perdido
en trescientos gramos de sueño-
me causa cierta reconfortación

Apenas, repaso la contratapa
el tiraje, la fecha de edición
Si el libro es en papel copia
-  lo que mi dinero le alcanza-
desconfío la numeración
tal vez halle página vacía

Pero ¿para qué?, si comprado
como la fruta buena en la mesa
 esperando que la comiera
no hacerlo la desperdiciara

Este día para  colmo de lo absurdo
compre un libro de biología,
Alvin Nasón, que llevé en la Villa,
Estudios Generales, grande me afligía

¿Por qué, si hoy no es de mi lectura
ni a mis hijos, inclinado a ingeniería?
¿Compré porque estaba casi nuevo?
¿Porque era original y la pasta dura?
¿O, sería porque estaba a  buen precio?

¿Por el placer de volverlo a tener?
El que tenía un sobrino  lo vendió
por comprar una garrafa de cerveza
Sin duda, lo compré por compulsivo

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