jueves, 26 de febrero de 2015

Falacias de la extrema derecha (I)



 Cada vez que nuestro país tiene tropiezos, encontronazos, baches o crisis de balanza de pagos, uno de los libretos que siempre llama la atención es el recurrente reparto de las culpas y los méritos. El libreto repetido [por el sistema] es más o menos el siguiente:

Todo lo malo es tu culpa y todo lo bueno  es solo mérito  mío. Así, cuando el país crece, el mérito se atribuye exclusivamente a la calificación técnica y la habilidad de los sectores dominantes dentro y fuera del gobierno.

Por el contrario, cuando las inversiones  se contraen, cuando la economía se desacelera o deja de crecer, la responsabilidad es exclusivamente del gobierno y de las influencias (inexistentes por supuesto) de populistas e izquierdistas agazapados en los distintos niveles del estado.
En el 2000, en el 2006, en el 2007 en medio de la fiesta, en medio del resplandor de las cifras, debimos aprovechar el viento a favor para sentar las bases de lo que hoy se discute, aquello que el pensamiento único no quiso ver. La necesidad  urgente de diversificar la exportación  para reducir con el tiempo la dependencia de las economías avanzadas y de las exportaciones de las materias primas
Nada de lo anterior  exime a Ollanta Humala y a los neoliberales que se cegaron con los destellos de los elevados precios internacionales del oro y el cobre.

Alfonso López-Chau/Universidad Nacional de Ingenieria

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