miércoles, 25 de febrero de 2015

Arabia Saudita



….Arabia Saudita, el único  país del mundo que lleva el nombre de su familia real. Los Saud fundaron este país en 1932 imponiendo una teocracia donde los partidos, elecciones, sindicatos e iglesias están vetados, donde la mujer no debe andar sola o conducir y puede ser comprada, y donde hay una policía religiosa que controla que 5 veces al día todos recen y que la gente observe rigurosamente el Corán.
Este reino, así como los otros 5 emiratos de la península  arábiga, son fieles aliados de EEUU con quienes comparte el negocio del petróleo.
EEUU pregona la primavera árabe pero se cuida de que ésta llegue a cualquiera de estas seis monarquías así como a las de Marruecos o Jordania, reinos amigos.

Catar, abiertamente ha enviado fortunas en Libia y Siria, mientras que su canal noticioso AL Jazeera es el principal en lengua árabe.
Catar es uno de los benefactores de Hamás, el principal partido palestino en la franja de gaza. Sin embargo, antes, Tel Aviv lo animó para contrarrestar  la Organización para la Liberación de Palestina OLP de Arafat, que se inscribía en la misma onda Panarabista de Assad, Hussein Gadafi y Nasser.
EEUU intencionalmente juega con fuego con el fundamentalismo islámico sunita. Las petromonarquias arábigas y Pakistán, que siguen financiando escuelas, mezquitas, literatura, obras, arma y combatiente son sus aliados claves…
Las potencias occidentales tienen un doble juego. Primero incentivaron a Hamás y Al Qaeda contra los antiguos socios musulmanes del fenecido bloque socialista, Egipto, Libia, etc., y luego se valieron de ellos para socavar a dictaduras nacionalistas pana arabistas
Ahora utiliza a estos (Hamás, Al Qaeda) como escusa para aumentar su presencia en la principal región productor de petróleo  del planeta.
EEUU buscará reducir al mínimo al califa Ibrahim que ha logrado proclamar el Estado Islámico (EI) pero sin cerrar las puertas para utilizar a los binladenistas para minar a Assad, en Siria, y a Irán. A Irán y Siria se acercará para contrarrestar el avance fundamentalista sunita pero sin  renunciar  a su meta mayor que es la de deponer a Assad y luego a los ayatolas persas.
Mientras tanto Washington seguirá manteniendo en el poder a las petro monarquías arábigas, mentores del fundamentalismo islámico pero piezas indispensables en su ajedrez geopolítico global.

Isacc Bigio

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