martes, 17 de febrero de 2015

El Qi Gong es una práctica milenaria china…



 Esos movimientos tienen, todos, bellas metáforas que los describen. Apartar las manos es  “separara las aguas”,
Empinarse con los brazos en alto y los pies bien asentados en el   suelo es “sujetar la tierra y el cielo para que no vayan a chocar”,
Pasar  las manos de arriba  abajo frente al cuerpo es ” bañarse con la lluvia”, Girar sobre si mismo y convertirse en “un árbol mecido por el tiempo”,o, bien quietos, el organismo invadido por una tierna tibieza,” sentir “ la columna vertebral, los latidos del corazón, el fluir de la sangre.
Gracias a esta quinta danza, el aire que respiramos no solo llega a los pulmones sino circula por todo nuestro cuerpo, de la cabeza a los pies.

Una sesión completa de Qi Gong no dura más de media hora y está al alcance de todas las edades y todas las condiciones físicas, aun las más estropeadas. Al terminar se siente una extraordinaria placidez física y mental, como si el maltratado cuerpo agradeciera haberle dedicado, en este breve espacio de tiempo, tanta atención, tanto cariño respetuoso….de una sesión de Qi Gong tampoco salimos exaltados y bailando de alegría, sino tranquilo, mejor dispuesto, más equilibrados para enfrentar los que venga, y, también, más conscientes de que la vida, pese a lo que en ella de incomprensible y doloroso, es las más hermosa aventura…

Mario Vargas Llosa

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