El mundo es ancho para los bancos y ajeno para los
usuarios. Lo ancho para unos, los bancos, y lo estrecho para los demás, o sea
nosotros.
Si dejas de pagar una tarjeta de crédito de consumo de
un banco en que diez años hayas
sido cliente puntual pero el último año por problemas x dejas de
pagar serás reportado a la central de riesgo: equifax, infocor, certicom, etc.
Y no tendrás ninguna consideración por los diez años de haber sido buen
cliente.
O sea, te trata igual que a un delincuente que, ex
profeso, con datos falsos saca una línea
de crédito de una tarjeta y en la
primera oportunidad retira todo el disponible y huye.
No podrás garantizar, no podrás abrir un negocio y
solicitar crédito de trabajo a las
empresas con las que trabajaras porque éstas solicitaran a la central de riesgo
tus antecedentes; no podrás pedir un préstamo a otro financiera, si tuvieras
otra propiedad no podrás solicitar crédito hipotecario si antes no arreglas tu
deuda. Entonces, serás un excluido
social. Si quieres, a pesar, seguir
la brega tendrás que utilizar la
informalidad, utilizar a prestamistas de la calle con altísimo interés
empeñando lo último que tengas.
Si no quieres se excluido porque
como jefe del hogar no quieres dar mal ejemplo a tus hijos jóvenes solo te queda arreglar con el banco. Si
tu línea de crédito ha sido 3.000 dólares y se evaporó entonces le debes
aproximadamente, más moras y otros en un año de incumplimiento una suma que
puede llegar al doble; y cuando
quieras refinanciarlo en 3 años estarás
pagando tres a cuatro veces más de tu
línea de crédito inicial. Muchos
contraen la nueva deuda, disparada, so pena, que sí antes tenías a tus hijos en
colegios privados o ibas a un consultorio privado por salud ahora tengas que
utilizar servicios médicos del estado , educación pública del estado haciendo
más carga a él.
En cambio, aquellos excluidos que se niegan a pagar
dicen: Que se joda el banco, son unos abusivos, no les voy a pagar.
Indirectamente están fomentado en sus hijos jóvenes la cultura del perro muerto . Y éstos a su vez cuando tengan la edad, por
ahora limpio en las centrales, al poco tiempo, copiando a sus padres
serán iguales los nuevos excluidos. Y es peor para el joven ser excluido tan temprano. Loa que
frisamos de cincuenta arriba cuando jóvenes no había tarjetas. Pero un joven a
los veintitantos ser un excluido debe ser preocupante, sobre todo por deudas pequeñas.
Ahondando en
este mismo rubro de los del estrato D y E, saben las tiendas por departamento no les podrá
embargar su casa por ser cuenta mínima (éstas, a los jóvenes les abren un
crédito de 200 o 300 dólares) O, ante el incumplimiento trata de enviar
mensajería con ordenes apremiantes y no quiere , en algunos casos, llegar al
extremo hacer una recuperación de
bienes (uno, porque estos artefactos chinos desde que salió de la tienda son ,
casi, descartables y, dos, es mas bien
contraproducente porque los vecinos
enterados del embargo de bienes ya no que querrán la tarjeta de tal tienda o
financiera .
Pero esta pérdida se lo arrima n al reflexivo cliente que sí quiere cumplir su
deuda. Este tendrá que pagar por el incumplimiento del otro por eso le arriman altos interés (Hay reservas de cuentas que el banco se previene
por clientes que no pagan) Es culpa del banco no saber elegir sus
clientes. ¿Porque los socios del banco
no asumen esa pérdida? ¿Porque antes de
soltar el crédito -solo se basan en las
informaciones de las centrales- no propagan
una cultura del crédito en un auditorio para veinte personas por vez,
por ejemplo?
No lo hacen
porque siendo claros, in extenso,
desanimarían potenciales
clientes. No lo hacen en grupo porque
temen que fraternicen los grupos de clientes. Prefieren perder con los
excluidos pero saben que lo recuperan con creces en los clientes de sectores A,
B y
C que fruto de su trabajo tienen
propiedades, negocios, y otros y que una tarjeta mal usada por la pareja o los
hijos tiene que concertar para pagar
aunque frunciendo el ceño.
En general, si el gobierno tomaría manos en el asunto
y estudiaría cómo se originan y se incrementan esas deudas, por excesivos cargos, moras, etc y exigiera
el gobierno a esas tiendas que
pasado x años la deuda se anula en clientes no consuetudinario de deber. Y por otro lado socializar intereses y moras y demás cargos para que el cliente
pueda salir más fácil de la deuda y recuperar en poco tiempo -y con experiencia- dar mejor uso a la
tarjeta.
Si los bancos harían la concesión hoy, el dolor para
ellos seria casi imperceptible, cuando
lo hagan más tarde va ser peor, tal como en España, Grecia y otros.
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