Por la calle vi a una niña tiritando de
frío dentro de su ligero vestidito (era de verano y estábamos en un crudo
invierno) y con pocas perspectivas de comer una comida caliente en ese día Me encolericé y le dije a Dios:
¿Por qué permites estas cosas?¿Porqué no
haces nada para solucionarlo? Dios guardo silencio. Pero aquella noche, de
improviso se presento en mi sueño y me respondió:
¡Ciertamente que he hecho algo! ¡Te he
hecho a ti!
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