viernes, 13 de diciembre de 2013

Licántropicos

El hombre lobo
Eurlando Choquehuanca tenía 14 años cuando acudió al camión del alemán transportista  que hacia viajes a  Lima y viceversa: de Lima a Puno.
- ¿Porqué vienes?, le preguntó el gringo ( así le conocían) ¿Quieres trabajar?. Eurlando  dijo que si pero el alemán le hizo hincapié:
-¡Mira! Yo te doy de comer, te enseño manejar mi camión,  te llevo a  Lima para que conozcas la ciudad,  el mar y si quieres quedarte en Lima  yo no me opongo, me dices  con anticipación para buscar otro muchacho como ahora que necesito.  Vas amarrar la  lona contra la lluvia y cuidar las encomiendas, nada más.
 -Esta bien,  aceptó Eurlando. Sabía que el gringo era  tacaño pero muchos de sus paisanos se habían ido con él  a tentar suerte en Lima porque ahí en su pueblo  no había porvenir.
-Pero antes, le advirtió el gringo, quiero que sepas una cosa: Tú vas a dormir en el panagra del camión y yo voy adormir en la caseta.  Habrá noches antes de dormir  que te diga ¡Amárrame a las coderas! y tu abras de hacerlo  porque a mí me da pesadillas y luego  te vuelves a tu panagra y por más bulla que haga tú no te bajas del camión  porque, es común,  por la meseta  hay pumas y te pueden atacar.  ¿Has entendido ….?
Si, dijo Eurlando y reafirmó dos veces más a la insistencia del gringo.
Y se embarcaron, e  hicieron varios viajes sin novedad haciendo fletes con el camión,  hasta que una noche el gringo le llamó. Era hora de descansar  máquina y  piloto  que se da en las llanuras  desiertas y altas de la cordillera pasando  Imata y  Cruce Alto.  ¡Ven, amárrame! insistió.
Eurlando le amarró según la indicación  del viejo y éste le hizo recordar que si hacia bulla más de noche que no se preocupara,  era por sus pesadillas ¡Y tú no me bajes para nada del camión¡¿entendiste?, recalcó.
-¡Okey míster! dijo Eurlando
En efecto, pocas horas más, a media noche,  Eurlando  despierta por los ruidos de la caseta.  No iba bajar pero como tenía que orinar, bajó, meó en la llanta posterior y al escalar  subió por la escalerilla pegado  a la ventana  y ayudado por la noche de luna vio  un animal profusamente peludo con el hocico y bramido como  perro grande  y  ojos encendidos que luchaba  zafarse.  Eurlando después de la impresión  dijo para sí: Este gringo,  seguro, se puso una máscara y me quiere asustar por haberle desobedecido.
Llegaron a Lima  sin novedad y de ese hecho  hicieron un viaje más y Eurlando le advirtió al gringo que podía buscar otro muchacho porque después trabajaría en los muelles del Callao .Y dejó al gringo.
Cuando tuvo 16 años  y trabajaba Eurlando en  otro lugar un domingo fue al cine con su enamorada  a ver una película cualquiera, solo quería acaramelarse con ella. Entonces le llamó la atención la película que  convertía en lobo en noche de luna a un hombre común  y vio similitud de argumento y de animal que había visto en la caseta del gringo El nunca había tenido conocimiento de esas transformaciones licámtropicas  y a la eventualidad que era posible Entonces recién se asustó y se puso a temblar.
A la semana, regresa al muelle para preguntar por el camión de gringo que solía cargar fertilizante en el muelle y  le cuenta un ex empleado del gringo que éste había desaparecido abandonando su camión en la meseta y no se sabía nada de él.
 No le habían amarrado bien, pensó Eurlando y estaba seguro que si volvía a Puno y se bajaba por el páramo donde solían descansar en noche de luna lo iba encontrar.

Pero ¿y si mi ataca? Se preguntó.  Entonces pergeñó películas, libros,  todo lo referente al hombre lobo y  sabihondo y preparado, cinco años después, se atrevió una noche de luna víspera de La Candelaria pernoctar en la meseta…

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