El hombre lobo
Eurlando Choquehuanca tenía 14 años cuando acudió al camión
del alemán transportista que hacia viajes
a Lima y viceversa: de Lima a Puno.
- ¿Porqué vienes?, le preguntó el gringo ( así le conocían)
¿Quieres trabajar?. Eurlando dijo que si
pero el alemán le hizo hincapié:
-¡Mira! Yo te doy de comer, te enseño manejar mi
camión, te llevo a Lima para que conozcas la ciudad, el mar y si quieres quedarte en Lima yo no me opongo, me dices con anticipación para buscar otro muchacho
como ahora que necesito. Vas amarrar la lona contra la lluvia y cuidar las encomiendas,
nada más.
-Esta bien, aceptó Eurlando. Sabía que el gringo era tacaño pero muchos de sus paisanos se habían ido
con él a tentar suerte en Lima porque
ahí en su pueblo no había porvenir.
-Pero antes, le advirtió el gringo, quiero que sepas
una cosa: Tú vas a dormir en el panagra
del camión y yo voy adormir en la caseta.
Habrá noches antes de dormir que
te diga ¡Amárrame a las coderas! y tu abras de hacerlo porque a mí me da pesadillas y luego te vuelves a tu panagra y por más bulla que
haga tú no te bajas del camión porque,
es común, por la meseta hay pumas y te pueden atacar. ¿Has entendido ….?
Si, dijo Eurlando y reafirmó dos veces más a la insistencia
del gringo.
Y se embarcaron, e
hicieron varios viajes sin novedad haciendo fletes con el camión, hasta que una noche el gringo le llamó. Era
hora de descansar máquina y piloto
que se da en las llanuras desiertas y altas de la cordillera pasando Imata y Cruce Alto. ¡Ven, amárrame! insistió.
Eurlando le amarró según la indicación del viejo y éste le hizo recordar que si hacia
bulla más de noche que no se preocupara,
era por sus pesadillas ¡Y tú no me bajes para nada del camión¡¿entendiste?,
recalcó.
-¡Okey míster! dijo Eurlando
En efecto, pocas horas más, a media noche, Eurlando despierta por los ruidos de la caseta. No iba bajar pero como tenía que orinar,
bajó, meó en la llanta posterior y al escalar subió por la escalerilla pegado a la ventana
y ayudado por la noche de luna vio
un animal profusamente peludo con el hocico y bramido como perro grande y ojos
encendidos que luchaba zafarse. Eurlando después de la impresión dijo para sí: Este gringo, seguro, se puso una máscara y me quiere asustar
por haberle desobedecido.
Llegaron a Lima sin novedad y de ese hecho hicieron un viaje más y Eurlando le advirtió
al gringo que podía buscar otro muchacho porque después trabajaría en los
muelles del Callao .Y dejó al gringo.
Cuando tuvo 16 años y trabajaba Eurlando en otro lugar un domingo fue al cine con su
enamorada a ver una película cualquiera,
solo quería acaramelarse con ella. Entonces le llamó la atención la película que
convertía en lobo en noche de luna a un
hombre común y vio similitud de
argumento y de animal que había visto en la caseta del gringo El nunca había
tenido conocimiento de esas transformaciones licámtropicas y a la eventualidad que era
posible Entonces recién se asustó y se puso a temblar.
A la semana, regresa al muelle para preguntar por el camión
de gringo que solía cargar fertilizante en el muelle y le cuenta un ex empleado del gringo que éste había
desaparecido abandonando su camión en la meseta y no se sabía nada de él.
No le habían
amarrado bien, pensó Eurlando y estaba seguro que si volvía a Puno y se bajaba
por el páramo donde solían descansar en noche de luna lo iba encontrar.
Pero ¿y si mi ataca? Se preguntó. Entonces pergeñó películas, libros, todo lo referente al hombre lobo y sabihondo y preparado, cinco años después, se
atrevió una noche de luna víspera de La Candelaria pernoctar en la meseta…
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