¡Trabajar… trabajar...! No toda mi vida fue vagancia
como hoy.
Trabajaba yo, trabajaba ella. ¡El dinero ingresaba tanto…! que tenía que
apelmazarlo en bolsa grande de papel
graf porque era tarde y tenia que salir a cenar con ella. Dejaba la liquidación
para el día siguiente.
(Digo, por mi, pero estaba seguro que en el negocio de ella
también era igual o mejor)
¡Trabajar… trabajar…!El día había sido arduo y peliagudo con vecinos comerciantes por ganarnos un cliente. Con
acreedores que al momento de la paga yo les exigía
descuento porque su provisión no era de acuerdo a lo especificado,
peliagudo, porque no querían descontar,
entonces, les conminaba que el negocio
se rompía… Con el contador, para que reajustara impuestos…
Con inspectores del gobierno
central, del gobierno distrital por algunas notificaciones o elevación de tasas
o impuestos. Reticente con algunos
clientes morosos que adeudaban y, aun así,
querían más crédito…
¡Trabajar… trabajar...! No toda mi vida fue vagancia
como hoy.
En fin, las mañanas, las tardes eran fatigosas pero en las noches,
casi siempre, nos citábamos para cenar, sin temor a murmuración, éramos
solteros. Para los vecinos éramos novios y esperaban el parte de invitación. En
realidad solo quería mencionar en esta nota
esas noches después de laborar compartiendo una mesa de algún restauran conversando con
mi chica: conversaba sobre nuestro negocio, sobre fulano, mengano, nuestros
proveedores, ya que si bien cada uno de nosotros tenía su propio negocio eran casi nuestros mismos acreedores, mismos clientes ,
mismos problemas. Conversábamos sobre la
expectativa de crecer, sobre las oportunidades de nuestro
futuro como posible pareja. Recuerdo esta etapa agradable porque no se dio
antes ni después.
Ella fue más osada, no se contentaba con el mercado
local, quería abarcar más. Aventuro salir, primero, a provincias para acopiar y
traer desde las mismas ferias y haciendas, cualquier cosa que se pudiera vender
en Lima; luego fue al extranjero para traer lo que no se producía
en el país, luego, ya no fue necesario
que saliera afuera porque había hechos los contactos , ganado la
representación. De igual forma, no le
fue necesario ir a provincias (se hizo difícil por la irrupción del terrorismo
en esos años y luego el narcotráfico) Ya era conocida
comerciante establecida cerca de mi tienda y le enviaban camionadas de
productos a su negocio que ,ahora, tenía un par de almacenes gigantes donde tenía empleados que se encargaban desaduanar,
ver las garantías bancarias , cambio de divisas, o estudiar cronogramas
de importación de las empresas vecinas del rubro y ella tuviera la opción de importar cuanto antes cuando el
mercado estaba vacío. Ella fue mas lista
que yo, subió rápido como la espuma, aprendió más. Además era buenamoza y utilizó
esa influencia, yo lo sabía. Era una mujer que no sabia freír un huevo pero le encantaba su negocio .
Y volvía a mi lado aunque sin la euforia de antes
porque sabia ella donde y con quién hacer más dinero . Yo había quedado
rezagado. Pero volvíamos
a encontramos después de las siete de la noche aunque ahora ya no todos
los días sino a la quincena un par de veces. Solo quería mencionar este detalle,
esas noches después de laborar:nos cansábamos en el día pero estábamos felices
cuando nos encontrábamos. Yo tampoco me
quedaba tanto en el negocio, eran mis
mejores años de eso se componía nuestras charlas en algún restauran contarnos nuestros éxitos personales Estábamos
exhausto e incluso no habíamos almorzado con quehaceres del día pero estábamos contentos y nos descobrábamos
en esas cenas. A ella le gustaba cenar cosas ricas, saladitas, bien guisada. Cuando
algún menú no era
de su agrado pagaba la cuenta y dejaba la comida y nos íbamos a otro lugar. Ya
tenía dinero y se daba eso gusto, dar esos desplantes. Fui testigo de sus primeros proyectos y adquisiciones, su primer auto, su primer
departamento aunque ella lo compraba con su dinero pero necesitaba un compañero para aparentar a los ofertantes un matrimonio joven. Y después decía que todo lo que adquiriéramos sería para nosotros, nuestra casa.
¡Trabajar… trabajar...! No toda mi vida fue vagancia
como hoy.
Hasta que llego la otra y se desvaneció todo, poco a
poco, con sus matices pero no tuve pena por ella porque que yo también tenía mi
negocio.Aunque recién del todo me había abierto
del negocio familiar empezaba a trabajar
independiente Respecto a ella diré (bueno de todas maneras diré su nombre: Solina)
en pocas palabras. Fue mi oportunidad y la perdí. Pero en ese tiempo no lo veía
así. Pensé que con la otra podía hacer lo mismo o mejor. Yo todavía tenía 28 años y tenía el negocio y el futuro se me
ponía prometedor. Incluso abandoné la
universidad y no me importó porque tenía a mi cargo un contador, tres empleados,
una empleada dos locales míos y otros dos en donde coloqué a mis hermanos. Pero
¿Porqué no me aventuré a dar un paso más firme con Solina?¡ Porqué… porqué! me pregunto ahora a la distancia. Ahora que
estoy desterrado de mi casa. Era bonita. Su familia estaban de nuestro lado. Era
super trabajadora
Yo a esa edad
no era inexperto con mujeres. ¿Porqué no la seduje? ¿Porqué no la forcé como a otras? No me explico. Doy a
pensar que con las otras eran trastos de marioneta y Solina la colocaba
en un pedestal , reservada para el sagrado matrimonio. Pero confesándome en frío a Solina no le tenía
amor, congeniábamos en todo los gustos viajes, negocio, diversión pero la llama del amor no flameó en mí que me impulsara a ganármela. Y otro factor fue que entrando en
escena la otra, la que ahora es mi mujer, me dio un hijo pronto y después otro
y otro ,entonces, mujer e hijos tomaron metas en mi vida y con ella Solina se
fue apagando poco a poco que me olvidé
totalmente hasta esta noche de fin de año en que empecé recordando esas noches después de laborar y me excedí
sobremanera Todo lo que forjamos , anhelamos en proyectos de vida, todo se fue al agua. Aunque yo ahogándome en el mar del destierro y Solina sobre ella viajando en crucero por diversas partes del
mundo, seguramente.
Si hubiese seguido con Solina hubiese conocido muchos lugares Por ejemplo, hubiese ido a Italia,
conocer Milán, Florencia, Roma hasta el
estrecho de Messina que separa Italia de
Sicilia y tomar fotos desde una ensenada y posiblemente le contaría que según la historia antigua era el limite , más allá era conocido como Mare Mostrum y aventurarse era un peligro de ser tragados por Escila Luego recorrer el mar Adriático llegar a la siempre admirada Venecia e ir a lugares
pocos conocido como ingresar al balneario de Montenenegro, Albania, ingresar
a sus fiordos, cerros verde sin nieve, montañas que se abren y se cierran
mientras el barco avanza y ver los pueblos cada uno más bello que otro
conforme nos adentramos .
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