lunes, 30 de diciembre de 2013

Esas noches después de laborar...


¡Trabajar… trabajar...! No toda mi vida fue vagancia como hoy.
 Trabajaba yo,  trabajaba ella.  ¡El dinero ingresaba tanto…! que tenía que apelmazarlo en  bolsa grande de papel graf porque  era tarde y tenia  que salir a cenar con ella. Dejaba la liquidación para el día siguiente.
 (Digo, por mi,  pero estaba seguro que en el negocio de ella también era igual o mejor)
¡Trabajar… trabajar…!El día había sido arduo  y peliagudo con  vecinos comerciantes por ganarnos un cliente. Con  acreedores que al momento de la paga yo  les exigía  descuento porque su provisión no era de acuerdo a lo especificado, peliagudo, porque  no querían descontar, entonces,  les conminaba que el negocio se rompía… Con el contador, para que reajustara  impuestos…  Con  inspectores del gobierno central, del gobierno distrital por algunas notificaciones o elevación de tasas o impuestos. Reticente  con algunos clientes morosos que adeudaban  y, aun así, querían  más  crédito…
¡Trabajar… trabajar...! No toda mi vida fue vagancia como hoy.
En fin, las mañanas, las  tardes eran fatigosas pero en las noches, casi siempre, nos citábamos para cenar, sin temor a murmuración, éramos solteros. Para los vecinos éramos novios y esperaban el parte de invitación. En realidad solo quería mencionar en esta nota  esas noches después de laborar compartiendo  una mesa de algún restauran conversando con mi chica: conversaba sobre nuestro negocio, sobre fulano, mengano, nuestros proveedores, ya que si bien cada uno de nosotros  tenía su propio negocio  eran casi   nuestros mismos acreedores, mismos clientes , mismos problemas.  Conversábamos sobre la  expectativa  de crecer, sobre las oportunidades de nuestro futuro como posible pareja. Recuerdo esta etapa agradable porque no se dio antes ni después.
Ella fue más osada, no se contentaba con el mercado local, quería abarcar más. Aventuro salir, primero, a provincias para acopiar y traer desde las mismas ferias y haciendas, cualquier cosa que se pudiera vender en Lima;  luego  fue al extranjero para traer lo que no se producía en el país, luego, ya no  fue necesario que saliera afuera   porque había hechos los contactos , ganado la representación. De igual forma,  no le fue necesario ir a provincias (se hizo difícil por la irrupción del terrorismo en esos años y luego el narcotráfico) Ya   era conocida  comerciante establecida cerca de mi tienda y le enviaban camionadas de productos a su negocio que ,ahora, tenía un par de almacenes gigantes donde  tenía empleados   que se encargaban   desaduanar, ver las garantías bancarias , cambio de divisas, o estudiar   cronogramas  de importación  de  las empresas  vecinas del rubro  y ella tuviera la  opción de importar cuanto antes cuando el mercado estaba vacío.  Ella fue mas lista que yo, subió  rápido como la espuma,  aprendió más. Además era buenamoza y utilizó esa influencia, yo lo sabía. Era una mujer que no sabia freír un  huevo pero le encantaba su negocio .
Y volvía a mi lado aunque sin la euforia de antes porque sabia ella donde y con quién hacer más dinero . Yo había quedado rezagado.  Pero  volvíamos  a encontramos después de las siete de la noche aunque ahora ya no todos los días sino a la quincena un par de veces. Solo quería mencionar este detalle, esas noches después de laborar:nos cansábamos en el día pero estábamos felices cuando nos encontrábamos.  Yo tampoco me quedaba tanto en el negocio,  eran mis mejores años de eso se componía nuestras charlas en algún restauran  contarnos nuestros éxitos personales   Estábamos exhausto e incluso no habíamos almorzado con  quehaceres del día  pero estábamos contentos y nos descobrábamos en esas cenas. A ella le gustaba cenar cosas ricas, saladitas, bien guisada. Cuando algún  menú   no era de su agrado pagaba la cuenta y dejaba la comida y nos íbamos a otro lugar. Ya tenía dinero y se daba eso gusto, dar esos desplantes. Fui testigo  de sus primeros proyectos  y adquisiciones, su primer auto, su primer departamento aunque ella lo compraba con su dinero pero necesitaba un compañero  para aparentar a los ofertantes  un matrimonio joven.  Y después  decía que todo lo  que adquiriéramos  sería para nosotros, nuestra casa.
¡Trabajar… trabajar...! No toda mi vida fue vagancia como hoy.
Hasta que llego la otra y se desvaneció todo, poco a poco, con sus matices pero no tuve pena por ella porque que yo también tenía mi negocio.Aunque  recién del todo me había abierto del negocio familiar  empezaba a trabajar  independiente  Respecto a ella diré  (bueno de todas maneras diré su nombre: Solina) en pocas palabras. Fue mi oportunidad y la perdí. Pero en ese tiempo no lo veía así. Pensé que con la otra podía hacer lo mismo o mejor. Yo todavía tenía  28 años y tenía el negocio y el futuro se me ponía  prometedor. Incluso abandoné la universidad y no me importó porque tenía a mi cargo un contador, tres empleados, una empleada dos locales míos y otros dos en donde coloqué a mis hermanos. Pero ¿Porqué no me aventuré a dar un paso más firme con Solina?¡ Porqué… porqué!  me pregunto ahora a la distancia. Ahora que estoy desterrado de mi casa. Era bonita. Su familia estaban de nuestro lado. Era super trabajadora
 Yo a esa edad no era inexperto con mujeres. ¿Porqué no la seduje? ¿Porqué no  la forcé como a otras? No me explico. Doy a pensar que  con las otras  eran trastos de marioneta y Solina la colocaba en un pedestal , reservada para el sagrado matrimonio.  Pero confesándome en frío a Solina no le tenía amor, congeniábamos en todo los gustos viajes, negocio, diversión   pero la llama del amor  no flameó en mí   que me impulsara  a ganármela. Y otro factor fue que entrando en escena la otra, la que ahora es mi mujer, me dio un hijo pronto y después otro y otro ,entonces, mujer e hijos tomaron metas en mi vida y con ella Solina se fue apagando poco  a poco que me olvidé totalmente hasta esta noche de fin de año en que empecé recordando  esas noches después de laborar y me excedí sobremanera Todo lo que forjamos , anhelamos en proyectos de vida,  todo se fue al agua. Aunque yo ahogándome  en el mar del destierro y Solina sobre ella   viajando en crucero por diversas partes del mundo, seguramente.

Si hubiese seguido con Solina hubiese conocido muchos  lugares Por ejemplo, hubiese ido a Italia, conocer Milán, Florencia, Roma hasta  el estrecho de Messina que separa  Italia de Sicilia y tomar fotos desde una ensenada y posiblemente le contaría  que según la historia antigua  era el limite  , más allá era conocido como Mare Mostrum y aventurarse era un  peligro de ser  tragados por Escila  Luego recorrer el mar Adriático llegar a la siempre admirada Venecia e ir a lugares pocos conocido como ingresar al balneario de Montenenegro, Albania, ingresar a  sus fiordos, cerros verde  sin nieve, montañas que se abren y se cierran mientras el barco avanza  y ver los  pueblos cada uno más bello que otro conforme  nos  adentramos .

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