De repente, metido en mi labor diaria escuchaba una linda melodía en la radio, por ejemplo: "Nunca llueve al sur de California" que me sobrecogía de a poco,hasta más, entonces, no pudiendo aguantar el estremecer del corazón evitando que algún empleado me notara me metía a un pequeño depósito en la trastienda, apagaba la luz y dejaba entreabierta la puerta para que filtrara esa cadencia de ritmo que por un momento me llevaba al éxtasis.
Pequeña y dulce abstracción que me lubricaba el corazón para pasar, por lo menos, ese día bueno.
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