Arrancó las dos espoletas de las dos granadas
las empuño, ambas, en el pecho cerca al corazón
y llamó por última vez el nombre de su amada
que se negaba abrirle, no solo la puerta de su casa
sino de su corazón
Y espero, paciente, los artefactos estallaran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario