jueves, 19 de abril de 2012

Cuentos de cantina

Algunos congéneres que han vivido aventuras escabrosos dignas de contar con ciertas féminas
 pero no las cuenta a sus amigos de cantina  es tácitamente menospreciado  por éstos ,
 que si lo cuentan con fina guasa y luego liban la copa e insistente que soltemos lengua
Saben que no nos pueden obligar a desenredar la movible pero  nos ganamos su ojeriza
y somos el patito  feo del grupo; por lo que, o, nos queda retirarnos con cierta prudencia,
 o, si queremos reivindicar la reunión, aprovechar cualquier rendija del mismo
para derivarlo a un tema de conversación que a nadie enlode.

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