sábado, 28 de abril de 2012

Gosh

Una mujer me persigue en sueños
Cansado desasirme de ella, la evoco,
 resignado en las teclas de la máquina
Trigueña, esbelta, había   tristeza dulce en su faz
A pesar, el amor no debía estar lejos de ella.
Esperaba frente a la puerta del teatro
brazos cruzados, mordiéndose los labios
mirando a los lados en espera inquieta.
Yo, como todos los que estábamos en la cola,
 con el billete de entrada en la mano
esperaba el ingreso a la sala
La pude observar a mi antojo largos minutos
Trigueña, esbelta, haba tristeza dulce en su faz,
a pesar, el amor no debía estar lejos de ella
Quería ser el afortunado que se retrasaba
El fuego de mi deseo acaloraría su corazón
Sonó la campanilla de ingreso
abrieron  puertas y la gente empezó a entrar
 di mi postrera mirada a su formada silueta;
y eso pensé que era todo
No me miró, no la volví a ver nunca mas
sin embargo, la sueño recurrente
¡hace treinta años espero encontrarla
fuera de mis sueños!
no tanto a cortejarla... ya es tarde
si la hallaría le contaría ese hechizo
tal vez se rompa el encanto de soñarla siempre.

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