Aquella muchacha de dieciocho años, joven, bella y guapa
suele levantarse temprano todas las mañanas
con aquel impulso vital de su edad, grácil y joven
Energía que irradia calor a quienes tienen la suerte de velar por ella
Alegría espontánea que contagiaba ese hogar.
"Me gusta vivir a este ritmo -decía para si-
Saldré a correr un rato en el parque de la vecindad
Luego me ducharé e iré a la universidad
Almorzaré a medio día, por ahí, con mis amigas
Luego, en la tarde, iré a trabajar en la boutique de mi tía hasta la seis
Después, en la nochecita, iré un par de horas a los aeróbicos
Volveré a casa, a las diez, cansada, pero feliz
-Y en un cuestionamiento se le oía decir:-
No entiendo porqué la gente habla mal de la vida"
Aquel martes trece puesto pies en polvorosa
Se había bajado de la combi -corto trayecto de su casa
a la avenida para tomar el bus que la llevaría a la uni -
Cuando en sus narices vio un perro ser atropellado por un auto
y el animal temblaba en los estertores, lloraba y sufría el animal
y un hilo de sangre desflemaba por el hocico
Nadie de los que fisgaban daba importancia al animal
¡Que horror- dijo- los camiones los van a repasar!
Y huyo del lugar para no ver mas el desabrido final
Tomó el primer bus que le alejara del lugar
Sentada, en la parte posterior del vehículo, por el parabrisas
vio que un trailer de seis ejes lleno de carga se le acercaba
Se asusto al preguntarse:
¿Qué pasaría si el bus en que viajo, intempestivamente, frena
y es embestido por éste tremendo camión de carga?
Y en su lozana frente nació una estría :su primera arruga.
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