domingo, 22 de octubre de 2017

¡Huija! Por Antonio Prieto

¡Huija!  Por Antonio Prieto
 

Chita que estoy contento porque vuelvo a mi tierra,
Vengo encogerme este teto largo que me vio crecer
Y vengo cantando y temblando… a pedirles el aplauso,
Por el que en tierras lejanas, en tierras muy extrañas,
Tanto y tanto trabajé. ¡Huija!
Será grato escuchar a los pesados de siempre ah, jajá,
Que me estoy haciendo viejo, que me tiño más las canas
Y también que me maquillo y que pese a todo eso,
Soy el mismo… o soy mejor…, cachetón. ¡Huija!.
No hallaré al negro Morales, no estará el ñato Fernández,
Ni la Chela, el flaco Gálvez,
Faltará un montón de locos que se fueron para el cielo,
O se fueron al… al, ah!, pero muchos han nacido
Y quererlos será fácil. ¡Huija!.
Voy a subirme al cerro, al más alto que tenemos,
Azotarme con recuerdos de mi vida de otros tiempos,
Verlo todo desde arriba, como un modo un tanto raro
De mirar una función. Yo, allá abajo algunos años
Y mi eterno problemita, pero suyo el zapato,
El terno para fiesta, como frieras discernido.
Allá voy arrastrando con mi hermano,
A las seis de la mañana, de un invierno, de un verano,
El feo carretón cargado de pescado,
Desde la estación, hasta donde usted que sabe,
Que se venden las merluzas… bascuñán y salvador.
Por ahí pasaba el "treinta",
Me gustaban los tranvías que traían acoplado,
Hacer el perro muerto, pagar 20 centavos,
¡Cómo dolía las manos en el frio del hielo!
Y las babas de corvina, pa' pincharse la rutina,
Todos lo quieren pelao y el frasquito de perfume,
De esos malos, baratitos, de violetas, de claveles,
En el bolsillo del pañuelo, para oler mejor a… gente que ha robado,
Las escamas me vendían mala suerte.
Ahora, me estoy viendo partir… hacia el rumbo del chileno,
Quise salir pero… a ganar y más pobre que una rata,
Eso prueba que era joven. Comenzó la otra mitad de la vida que yo quise,
Media vida de extranjero, que palabra tan odiosa,
Se te pega en el pellejo como mancha que te acusa
Y en países que en discursos, salvo raras excepciones,
Nos engañan con… hermano… ¡phut! ¡Huija!.
Ahora me estoy viendo volver, con mi vieja, con mis cabros,
Y tres lutos en el alma, pero canto, canto, canto. ¡Huija!.
Estoy contento porque vuelvo a mi tierra, acá…
Y acá dice que lo espere, flaco de mi hermano,
Está juntando plata para comprarse el tiempo
Y venirse para siempre, a veces se me pierde,
Ignoro donde está, pero ya eso importa poco, pues,
Acá me va encontrar, acá los tres hermanos,
Fue el último deseo que nos dijo mi mamá.
¡Huija!, vieja, dará que ser mi prole y era prole de mi prole,
Tal vez cuando choché le cuente a mis nietitos el mundo que vivimos,
Le diré que fui cantante, que vendí pilas de discos y que el aplauso me gustó,
Me llamaba Antonio Prieto. ¡Cómo gritaban las cabritas!,
Cuando salía arrancando encima de tu tío abuelo, que en paz descanse.
Blanca y radiante va la novia…
Tal vez pille alguno de ellos riéndose de mí,
Ya se está carriliando todo el viejo jetón. ¡Huija!, ¡jajajajajajá!
Salí a buscar la fama, volví a encontrar el cielo,
Quiero plantar un árbol, una casa con balcón para ver la nieve eterna,
Criar bien a mis pollitos, ser tratado como a todos,
No diferentemente, vivir como cualquiera
Y saber que se siente…,
Que se siente cuando se chorrea una empanada en la mano,
Que se siente, cuando caricia uno la roca en la playa,
Saber que se siente, que se siente ser chileno ¡mierda!



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Juan Antonio Espinoza Prieto, más conocido por su nombre artístico Antonio Prieto,  nacido en CHILE, en el puerto nortino de Iquique, el 26 de mayo de 1926 y falleció en Santiago, el 14 de julio de 2011,  fue un cantante y actor chileno, muy popular internacionalmente durante la década de 1950 y 1960 en Latinoamérica y algunos países


Patricio, Antonio Prieto y su hermano tiraban un carretón de mano, en el que vendían pescado.

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