XXV
Había propuesto no decirle nada
No se enterara nunca mi deceso
Ni quería me viera en este estado
Porque ya no era la que era
ante las amarilleces de mi cara
Prefería la sombra del olvido
Consignar en mi cabeza de una vez
No haberle tenido en vida nunca
Tal vez cuando te des
una vueltita por el cielo
Ahí tendría consuelo retenerte
No teniendo acá ni un lenitivo
esperanzaba como un cristo llegar
a un cielo con un nuevo despertar
Pero cuando me contó mi vecina
Que no quería morirse sola
Cambié de parecer y le llamé
El no sabía lo grave que estaba
Ni sabía que estaba en un
hospital
Le pedí a mi vecina de sala
me hiciera el favor de llamarle
Lo hizo, y ansiosa le pregunté
¿Qué te dijo? y ella respondió:
- Ya sé que está allí –eso dijo-
¡SALÚDALA DE MI PARTE! –y colgó-
¡Cómo ha podido decir eso!
¡Eso aligeró mi última hora!
XXVI
¿Qué dirá cuando se entere de mi
muerte?
¡Casi lo adivino casi despacito creo
oírle!
Zeli estás fría, bueno, siempre has sido así,
Exangüe tu pulso pero hoy, ¡estás helada!
Sobre la mesa de cadáveres
coincidiremos
Las de afanes diversos pero suerte
iguales
Silente voz, hueca e imprecisa
expresión
unas, en otras atisbo de lucha hasta el
final
Luciremos unas el rictus ser abandonadas;
El amor que nos cogió en orfandad nos
dejó
¿Qué dirá cuando se entere de mi
muerte?
¡Casi lo adivino casi despacito creo
oírle!
Haberte olvidado,
no me perdonaré nunca
Abortará quebrado a la mesa de autopsia
*
Llegará tal vez mañana Ofelia a su
oficina
Ya le arranqué la promesa que así lo
haría
Si esta noche cruzo el canal de
penumbra
Donde mis padres muertos me llaman
Allí donde la muerte pierde su ruido (1)
Ay mi primita la hijita de papá
Que usaba uniforme vistoso
De un colegio privado de Lima
que tanto admiraba en silencio
Aunque lleva apellido de mi padre
Aunque lleva apellido de mi madre
no es mi hermana es mi prima
por el suceso infausto que cuento
Cuando papá era
almacenero
-es decir mi verdadero padre-
Cuando regentaba los gringos
las minas cerca de Morococha
eran éstos personas estrictas
y favorecedores de aquellos
que eran honestos y cumplidores
Porque siendo tal en la mina
Papá nunca tuvo un desbalance
y por eso le pagaban bien
Con holgadas facilidades
En casa vivíamos
muy bien
Abarrotado de -y en
todo -
Salíamos de visita a pueblos
a compartir
nuestra bonanza
Comprar cosas en sus ferias
no escatimábamos el dinero
Le cedían la mayordomía
En sus fiestas y él aceptaba
Así de bueno era mi padre
Ya que vivíamos en el cielo
entre nubes y picos blancos
-otra cosa no se podía ver-
solíamos bajar
cada semana
-o dejando una- a la capital
en su auto sedan Chevrolet
En verano a las playas
en julio a los circos
A Miraflores hacer compras
para la fiesta navideña
Un día -a
espera del lamento-
Yo, niña, sentada atrás del auto
veía traslucir la vida boyante
en las caras felices de mis padres
Lo notaba en su versar alegre
Y hasta en su forma de mirar
Venían a Lima a un matrimonio
-cosas de la
vida
se casaba el hermano de papá
con la hermana menor de mamá-
El auto se volcó
por un desfiladero
Íbamos solo los tres
Mis padres murieron
yo pude salvarme
-iba atrás atada
A la correa de seguridad-
Pero para qué
me lo pregunté mil veces
La vida me ajó el destino
Ahí la muerte empezó inocular
Su absceso entre mis huesos
__
(1)V. Huidobro
*
Solía Ofelia
salir con su maletín de mano
Disque porque visitadora médica
Y yo que pensaba representaba
A una cadena de laboratorios
Cuando cierta mañana que iba
ayudar a la oficina de Amator
una chusma apiñaba a la vereda
impedía casi pasar al peatón
Por curiosa me introduje al corrillo
Y oh sorpresa, Ofelia mi prima
Con su voz gangosa de hombre
Ofrecía yerbas y aceite de lagarto
Curas milagrosas para los males
[La
vida te da sorpresas oh oh
sorpresas
te da la vida, ay, Dios]
Todo sale mal en nuestra familia
sufrimos cien años de orfandad
Y encima luego me dijo fresca:
Ese aceite no es del firme
Tiene un porcentaje mínimo
Mayormente es de pasta
Pero no hace daño
Pues… de algo hay que vivir
*
Le advertí, si notaba temblar sus
labios
Era indicio que dentro estaba la amante
La que no es su esposa ni nunca lo será
Porque ella tampoco le conoce cómo es
Validará mi prima que no estaba errada
Que no todo era febril fabulación
Y tocara la puerta pequeña del carport
traviesa como si na supiera –preguntara-
Si me había quedado con él estas noches
porque a la casa no llegaba a pernoctar
Después de parlamentos y oficios
propusiera buscarme por los hospicios
y ha perspicaz encargo pusiera atención
Si la noticia le comprimía el corazón
Y si no, no le dijera nada y se
volviera
Y si sí, animara buscarme en la morgue
donde quieta le voy a estar esperando
todo el tiempo que , en fin, ya no
cuenta.
Quiero verle cómo le impactará mi faz
mis carnes que se pierden en el
esqueleto
Tal vez le haga asquear y se doble
como si hubiese tomado agüita purgue
*
¿Qué dirá cuando se entere de mi
muerte?
¡Casi lo adivino casi despacito creo
oírle!
Con esa manera acompasada de hablar
Como si forzara a dos golpes la línea
Formara así alas a su verso aireante
que tanto me agradaba escucharle
Si fuera solo su boca sería un santo
Pero él adentro era falso libidinoso
Patético real cierto cuando se decía
Era un hombre muerto que camina
*
Heme pues a mí me ha tocado encontrarte
Rígida, desnuda hacia un lado tu cabeza
Como si no quisieras que te descubriera
Como si, dormida, irías avivar mañana
buscar al mal amor que no te respondía
Haberte
relegado, no me perdonaré nunca
Musa inspiradora ¿Qué haces aquí
desnuda
sin los pliegues de tu halda vaporosa?
Rígida tu faz, tu mano amanse empuñada
Ha debido ser este
trance dura tu agonía
Zeli estás fría, bueno, siempre has sido así,
Exangüe tu pulso pero hoy, ¡estás helada!
¿Qué haces aquí tendida, lirio helado,
si yo destinado
era navegar primero?
No necesitaba verte desnuda pa
saber
cómo era ese cuerpo tuyo en mi
querer
A la casa teja roja y verja blanca ¡vamos!
como solías pintar mientras te esperaba
Qué de mí, sin tu sonrisa que me labraba
Sin tu risa chavala, cantarina, a mi ocurrencia
¿Por qué te has ido, Cheli, sin despedirte?
Tendríamos varios hijos como tú querías
Recibiría denso riego la rosa de tu lozanía
Hasta fructificarte como espiga cargada
*
Oferta tardía ante mi impertérrito mutis
Daríame
ganas levantarme y tomarte los
pelos
Decirte ¿Esperabas mi muerte para
ofrecerme?
¡Ah bandido fabulador! ¡No te creo lo que decís!
¡Hacia el fondo de un abismo anda a
gruñir!
Menos mal no te ibas a dar cuenta, mi
pupila
vibraba y mi corazón hacía amagos bombear
*
No se cuando cerré la última vez
La puerta de mi casa
y migré hacia el otro mundo
No afino cuándo último
sueño
Y el primero del radiante arcano
Tal vez era cuando ya no necesitaba
el balón de oxigeno de ayuda que me
proveía gas a mis alveolos
malogrados
Fue como si me despertara una luz potente
como el reflector de la mesa de cirugía
Me asusté en un primer momento
pero luego la calidez y el lugar silente
me digo que era un mundo diferente
*
Y podía ascender sin ahogo, y ver
La llanura blanca de mis nevados
Las calles de mi barrio, el mercado
La casa de mi tía Rigoberta Panda
que en tiempo de clases me alojaba
-Vecina al colegio donde estudiaba
Ente ambos una larga explanada que
Alfombra nieve era
en diciembre
donde con mis amigas jugaba-
Hete ahí el esplendor de otros picos
La laguna que cambia de colores
Patos y
parihuanas en el remanso
El Rumor dulce de los carrascales
Solíamos de una loma cercana caer
sentadas en una manga-tela plástica
directo hasta el patio de mi casa
entre el alborozo de mis amigas
Pero esta vez son sueños torcidos
Te miro Amator que vas adelante
quiero alcanzarte
echar mi brazo a tu cuello
y rodar enlazados por la empinada
Pero en una curva tú me esquivas
y yo voy de frente a un abismo
que no tiene pie de caída
y levo como un copo de nieve
-¿diseño fractal divino?-
que se demora aterrizar
y cuando lo hace es en otro manto…
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